Partiendo de que la pobreza es otro sistema de control social, y del dato de que cada vez existen más funcionarios y de que su tamaño dentro de la sociedad cumple una labor estratégica de cara a su estabilidad social, la cuestión que evidentemente nos debe de preocupar es quién paga este lujo. Pensemos que la Administración en España está cuadruplicada, con la central y las autonómicas, provinciales y las locales, tenemos más del doble de funcionarios que Alemania, con la mitad de la población. Todo, como decimos, en un intento de que el estado no se desplome, dotarle de una clase social que le dé estabilidad y consistencia.

Sin embargo, para esto se necesita una sola cosa: montañas de dinero. ¿De dónde sale todo este chorreo de dinero?. Sería estupendo decir que de los grandes fondos de inversión, o de las multinacionales, o de los mega multimillonarios, conscientes del daño que causan monopolizando la actividad económica, financian este “parche”,… pero no es así, el divorcio de la élite consiste también en que nos los extraen a todos a base de un expolio legal llamado impuestos, otra especialidad de las élites extractivas con la que intentan aplacar las necesidades de este artificial estado “leviatán”, cada vez más monstruoso.

Algo por otro parte lógico, pues a medida que se extrae el dinero y se empobrece a la gente, esta también es más fácilmente manipulable, pues como decimos, no tiene la misma posibilidad de decisión un pobre que alguien con dinero. El primero está condicionado ya por su situación económica lamentable.

La cuestión es tan escandalosa que en la calle se dice que en España, si compras algo, pagas impuestos, es decir, el IVA. Si ahorras, pagas impuestos por ahorrar, el de patrimonio. Si trabajas, pagas impuestos, IRPF y sociedades; si te mueres, sigues pagando, sucesiones y donaciones. Si eres bueno y no haces nada, te dan una paga.

Actualmente gobierna el PSOE, un partido que se vende como de “progreso”, junto con otro de más “progreso” aun, Unidas Podemos. Son partidos, como ellos mismos dicen, de la gente y para la gente. Sin embargo, parece que ocurre que se están olvidando otra vez de ella… nada nuevo, y no pasa nada, porque, al fin y al cabo, nos intentan engañar diciendo que “no gobierna la derecha”, menos mal; y sobre todo, vigilan que nadie pueda ganar dinero, con lo cual nadie del rebaño puede envidiar a nadie y todo el mundo pasa penuria, miseria y necesidad, así que el rebaño sonríe tranquilo, mientras los ultrarricos los son cada día más.

IMPUESTOS INDIRECTOS

Como decimos, las grandes empresas mandan y les dictan las políticas, y ellos no se oponen, al fin y al cabo, ganan demasiado dinero en sus respectivos cargos y observan la necesidad de sus compatriotas a su derredor, motivo suficiente para no quejarse.

Es conocido el dato de que todas las compañías eléctricas tienen políticos empleados en sus consejos de dirección.

Regalos y prebendas. ¿Qué pasa con los políticos cuando se jubilan? Casi todos acaban como asesores en los consejos de administración de bancos, compañías eléctricas, petroleras…

El caso de las eléctricas es especialmente famoso. Nada menos que tres expresidentes del gobierno y casi todos los ministros de economía de los últimos 40 años han acabado trabajando en empresas eléctricas. Su partido político de procedencia es indiferente. Se han convertido en lo que se ha venido llamando “puertas giratorias”, es decir, se cierra la puerta de la política activa y se inicia otra vida en el sector privado como miembro de un consejo de administración poderoso.

Los sueldos pueden ser de medio millón de euros anuales, como el de Beatriz Corredor, ministra en la época de Zapatero, y presidenta de Red Eléctrica.

Enagás tiene en su Consejo de Administración a cuatro exministros, dos del PP y dos del PSOE.

Endesa, otra gran empresa que contrata políticos con pedigrí, dado que llegó a fichar a Jose María Aznar como asesor, con un sueldo de 200.000 euros. Por esta empresa han pasado otros políticos de nivel como Marcelino Oreja, o Rodolfo Martín Villa, o Pedro Solbes y Luis de Guindos.

Naturgy llegó a contratar a Felipe Gonzalez, quien finalmente dejó el cargo por considerarlo tedioso. Iberdrola no se queda atrás y tiene igualmente varios exministros en nómina, e incluso altos cargos del sector público como Fernando García Sánchez. Entre sus altos cargos, varios políticos del PP, como Ángel Acebes, Fátima Báñez e Isabel Tejerina. El sueldo medio anual ronda los 370.000 euros.

La cuestión es si todo este despliegue de altos cargos asombrosamente bien remunerados tiene algo que ver con las impresionantes subidas del recibo de la luz.

Por ejemplo, las grandes eléctricas les han impuesto una subida impositiva de un 300% del recibo de la luz, pero no pasa nada. Al fin y al cabo, como dijo Calviño, y repetimos nosotros, son partidos de “progreso” y se pretende, de forma impostada, que el tema de debate, la cuestión polémica, no sea este atraco, no sea la subida de un 300% del recibo, si no “quien se va a levantar por la noche para poner la lavadora”, es decir, camuflan el latrocinio con una nueva cuestión de género: si se levanta el hombre, que seguro es hetero, machista y maltratador, o la esposa, que es evidente que sufre “en silencio” esta dominación desde hace demasiado tiempo, y que por tanto, espera que se levante él. Desde el Gobierno, se lanza el mensaje que lo importante es que desaparezcan estos hogares heteropatriarcales, no que nos arruinen con el recibo de la luz, por supuesto, al fin y al cabo ya se nos supone arruinados, un poco más no importa.

Pero no solo sube la luz un 300%, también sube la bombona de butano, ya saben, un combustible que el gobierno considera solo de ricos y que no utiliza la gente humilde, de ahí su subida. Sube el gasoil, porque los coches son solo los utilizan los ricos, y nada menos que un 100%. Suben las multas de tráfico, suben los impuestos para poder tomarse siquiera sea una cocacola, o una fanta pues se penaliza ahora con impuestos también las bebidas edulcoradas. Y al mismo tiempo se recortan nada menos que 11.000 millones de sanidad, a pesar de todas las críticas a los supuestos recortes que se dijo había hecho el partido amigo, el PP. Están intentando cobrarnos también por utilizar las carreteras y las autovías, suben las cuotas de autónomos y las de la seguridad social, sube el impuesto de matriculación, sube el impuesto sobre transacciones financieras. Se impone un impuesto al diésel, otro a los plásticos, a los residuos, a los billetes de avión, a los turistas…

Al mismo tiempo en que suprimen esos 11.000 millones a la sanidad igualmente suprimen la educación especial, en su forma de ver las cosas, tener a alumnos con problemas con profesorado especializado, es ahora no un avance, si no una forma de discriminación; menos gastos, al fin y al cabo, son progresistas.

CARGA FISCAL EN ESPAÑA

Tal y como dice Erik Encinas, finalmente en España se pagan más impuestos que en Suecia, solo que aquí los sueldos están al nivel del Congo. Nos hemos convertido en los mayores pagadores de impuestos de la UE, mientras los sueldos medios decrecen o desaparecen, y el gasto político, de nada menos que 500.000 personas en España, se multiplica.

El Estado Español se configura así, como una estructura de saqueo y expolio a las clases medias, con un sistema impositivo cuyo único objetivo es el saqueo a la parte productiva de la sociedad. Para ello, se dispone de un impresionante despliegue técnico, humano y propagandístico. La administración número uno es Hacienda; allí están los mejores profesionales, tienen los mejores ordenadores, el resto de la administración son servicios auxiliares de hacienda. El dinero que se obtiene con este expolio tiene dos destinos: una clase dirigente y a una red clientelar de electores que le da soporte.

Tal y como afirma Ruiz Jarabo, exdirector de la Agencia Tributaria, en España se pagan más impuestos que en Alemania, siendo, como es que la renta per cápita alemana duplica a la española. Sólo en algunos supuestos de sucesiones y donaciones, la cuota a pagar supone un 83% de lo que se hereda. Se consigue así que mucha gente renuncia a las herencias por temor a los impuestos, lo cual empobrece más a la gente, pues le privan de un dinero que le podría venir muy bien, un patrimonio sudado por sus antepasados y del cual se les priva. Según una información de “El Economista.es”, de 17/2/2021, nada menos que 44.400 personas renunciaron en España a su herencia debido a los impuestos. Existe temor al embargo y la ruina, por lo que la gente directamente renuncia.

Ruiz Jarabo acaba de publicar “Impuestos o libertad: la hernia fiscal que estrangula a los españoles”. Ruiz critica la ineficiencia de una administración sobredimensionada, en unas circunstancias en las que las funciones se ven duplicadas o triplicadas por realizarse tanto por la administración del estado como por la autonómica como por la provincial… con un coste de mantenimiento absolutamente inasumible por el ciudadano.

Dado que el estado ha destruido los sectores productivos y al mismo tiempo se ha convertido en un pozo sin fondo con una cantidad de asalariados monstruosa, el estado no tiene ingresos y vive de pedir créditos. Estos créditos generan más intereses, que pagamos todos, de forma que tenemos una deuda pública cada vez más gigante, y finalmente sólo pagamos intereses, imposibilitados de pagar el principal, con lo cual, la deuda cada vez es más gigantesca.