Opinión

Los privilegios de la Iglesia Católica

Un líder decadente, de habilidosa y torticera palabra, buscaba votos desesperadamente. Las encuestas eran tozudas y auguraban resultados electorales nada prometedores. Entre sus recursos dialécticos preferidos proponía romper el concordato con la Iglesia Católica y acabar de una vez con los privilegios (sic) otorgados a la Iglesia. Con un recurso tan torpe como poco inteligente, buscaba arañar un puñado de votos entre los sectores más antirreligiosos de nuestra sociedad.

Era un recurso perverso. Este líder –antiguo alumno del madrileño Colegio del Pilar- sabía muy bien que no existen tales privilegios. No importaba. En este personaje, discípulo aventajado del florentino Maquiavelo, el éxito político siempre prevalece sobre los medios. No importa la ética ni la verdad. Que se lo pregunten a la señora Chacón.

La fuerza de la mujer

mujer fuerteEs muy doloroso escuchar, casi todos los días, un nuevo caso, sobre lo que se ha generalizado en llamar “violencia de género”, y casos aislados, pero cada vez más frecuentes sobre menores de edad y pornografía en móviles. Esto me ha llevado a releer el libro, de Wendy Shalit “Retorno al pudor” sobre el que se han realizado declaraciones como las siguientes:

George F. Will, Newsweek

“Retorno al pudor es una llamada a las mujeres para que ejerciten su poderosa capacidad de transformar la sociedad”

Tamala M. Edwards, Time

Un cuento chino

Por casualidad, haciendo zapping, estuve viendo un programa de TV que me dejó pensativa y un poco triste. Tras un examen del contenido y el conocimiento de la audiencia, una conclusión obvia es que lo sentimental tiene un fuerte tirón. Hasta el punto de que no requiere que la producción tenga calidad para tener audiencia.

La fuerte carga sentimental resulta así una mina de oro para cadenas de televisión, que pueden cuadrar sus cuentas y sacar beneficios con programas de bajo coste y buena audiencia. Al igual que los espectadores, yo creo que las cadenas también son conscientes de la escasa calidad de este tipo de programas, pero, paralelamente a los espectadores, su respuesta es que enganchan y atraen bastante audiencia. Buena parte del mecanismo generador de lo que se denomina “telebasura” está aquí.

No sólo Facebook miente

Facebook acaba de reconocer que, en la campaña electoral para elegir presidente de los Estados Unidos, difundió mentiras e insidias. Influyó en que saliera elegido Donald Trump.

Facebook lo ha reconocido, y reconoce que es un riesgo para la democracia, que puede contribuir, y mucho, en los resultados electorales. También puede influir en muchos otros aspectos, en casi todos, pero el caso de Facebook no es único, sino que todas las redes sociales y el mundo digital deben reflexionar, y los que somos usuarios.

Escribir estas líneas, precisamente un 24 de enero, en el que celebramos los periodistas a nuestro patrón, San Francisco de Sales, me produce una sensación compleja. Compleja es la situación siempre de los medios de comunicación, pero más todavía ahora con la revolución digital y la proliferación de las redes sociales.

Corrupción

“Últimamente se han multiplicado los casos de corrupción en el ámbito político (Eres, Gurtell, Púnica, beca Errejón, Bárcenas,…) pero no nos hagamos trampas queriendo hacer creer que esa es la tónica general porque no es así, son unos casos aislados que por supuesto hay que apartar de la política y juzgar, pero no por unos pocos (siempre demasiados) vamos a denostar o desprestigiar a toda la clase política.”

Así comenzaba María San Gil, el 28 de abril de 2015 su conferencia titulada “Consecuencias y manifestaciones de la crisis en España”

Seamos claros, la corrupción no se da solo en la vida política, se da en la empresa, en el fútbol, en la iglesia, en los jueces, se da en todos los ámbitos en los que hay personas, incluso en nuestras propias casas cuando no pagamos el IVA en la factura del fontanero, por poner un ejemplo.

El fundamentalismo laico

En estos últimos años, la Iglesia Católica viene padeciendo en nuestro país una enconada beligerancia por parte de políticos partidistas y de ciertos poderes fácticos de la comunicación, a la que no es posible encontrar otra explicación, que la de la agresividad de los fanáticos. Tanta es la obsesión por hacer triunfar los principios laicistas y tanta la fobia contra todo lo que huela a católico, que se puede hablar de un verdadero “fundamentalismo laico”, por más que este término sea una contradicción en sí mismo e indique el sectarismo de los que se proclaman antisectarios. Los extremos se tocan, y si estamos sufriendo en ciertos países islámicos una intransigencia temible a causa de la religión, también estamos asistiendo en ciertos países democráticos, como es el caso de España, a una intransigencia en contra la religión, pero de la religión católica exclusivamente, por supuesto.

Nuevos modos de financiar la escuela

Jesús Muñoz de Priego, asesor jurídico de Escuelas Católicas de Sevilla, autor de un libro titulado “Libertad de enseñanza… ¡para todos!”, con motivo de su publicación, la web de la Federación de Enseñanza del sindicato USO, publicó una entrevista con él.

“Que se hable de libertad de enseñanza resulta molesto a ciertos colectivos, quizá porque lo que pretenden es limitarla o eliminarla, y aún hoy en día es incómodo socialmente hablar explícitamente de limitar las libertades de los ciudadanos, aunque sea eso precisamente lo que buscan”, dice Muñoz de Priego. “Ojalá al menos fueran claros y salieran a la luz pública manifestando que están en contra de la libertad de enseñanza y de que los padres puedan elegir en lo fundamental (el ideario, la propuesta educativa singular del centro, el proyecto de hombre y mujer que ofrece)”.

¿La Europa de los estados o la Europa de los pueblos?

Los recientes acontecimientos de Cataluña, con intenciones marcadamente secesionistas o separatistas, han disparado la alarma en muchos centros del poder político europeo. No tiene nada de extraño que muchos líderes se hayan apresurado en declarar que una Cataluña independiente no tendría acogida ni sitio en la Unión Europea.

Recuerdo que Jordi Pujol en múltiples ocasiones ha declarado ser partidario de la Europa de los Pueblos más que de la Europa de los Estados. Para este personaje, que mantenía relaciones asiduas con los nacionalistas escoceses, el pueblo catalán es la verdadera nación originaria y el Estado es una mera creación artificial y meramente administrativa, convertido en injustificado dictador de los pueblos genuinos. Su gran equivocación, y la de todos los nacionalistas, radica -ya lo hemos dicho muchas veces- en confundir la nación con la lengua.

Una hipotética independencia de Cataluña alentaría el radicalismo de muchos movimientos nacionalistas españoles y europeos que intentarían seguir sus pasos.

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