CAPITÁN ARREDONDO

Nacido en Baeza (Jaén) el ocho de enero de 1890 y muerto por la Patria en Marruecos el 19 de noviembre de 1924.

Miembro de una familia con tradición militar, cursó sus estudios en la Academia de Infantería de Toledo, donde 1911 fue promovido a segundo teniente con destino en el Batallón de Cazadores de Barbastro.

Con la firma del tratado de Fez de 14 de noviembre de 1912 se establecía en Marruecos un protectorado francés que abarcaba 415.000 km2 de territorio productivo y España se encargó de lo que le daban: 21.000 km2 de terreno árido, una colonia sobre un mar de piedras y guerreros: el Rif y Yebala. Un regalo envenenado; un colonialismo por rebote, que significaba renunciar a Tánger y que Romanones y Alfonso XIII aceptaron de buen grado.

Esa situación ocasionó la resistencia de las tribus, a las que España opondría el ejército que en 1912 fue denominado Ejército de África, al que acabaría incorporándose el entonces teniente Arredondo.

Y Mazón dimitió

Escribo estas líneas tras ver la comparecencia de Carlos Mazón presentando su dimisión, reconociendo sus errores y un “ya no puedo más”, aludiendo en dos ocasiones a su familia, a la vez que apelando a la mayoría parlamentaria de las Cortes Valencianas para elegir su sustituto.

Son unas líneas de reflexión y valoración personal, que pretendo aislar de cualquier valoración de esta dimisión que hagan representantes de partidos políticos. Las intuyo.

Ha sido un fin de semana intenso en tierras valencianas y en Génova. Mazón era, desde hace tiempo, un cadáver político, que tenía que haber dimitido antes, pues ha sido una rémora para el PP valenciano y para el nacional. Él admitió ayer equivocaciones graves, que no son de hace una semana, sino de la propia tarde del fatídico 29-O.

SOROLL, SOROLLA, SOROLLARSE

La inmersión catalana de la AVl del PP ha conseguido que el valenciano moderno nos sea extraño o ridículo; bien por la condena de voces homógrafas al español (si sucede con las catalanas, perfecto), por los retoques morfológicos para que coincidan con el catalán o, directamente, por imponer sin tapujos morfología, léxico y sintaxis del IEC. Un ejemplo es el refrán ‘es més el roído que les anous‘; sustituido en la Enseñanza del PP por el catalán ‘és més el soroll que les nous‘. Los expansionistas resuelven de forma tajante la presencia de roído, ruido en valenciano: «Roïdo castellanisme val.» (DECLLC, VII, p.398); pero silencian que es voz clásica de la lengua que se formó en paralelo a las otras románicas peninsulares y, en este caso, derivó del mismo étimo que la castellana. Copio testimonios del DHIVAM GINER 2025:

Valencia, UN AÑO DESPUÉS de la DANA

Sin duda la noticia del día, la que ocupa los medios informativos, el Parlamento y los corrillos, es el triste primer aniversario de la catástrofe de la DANA valenciana -que también afectó en menor medida a Castilla La Mancha y Andalucía-.

Es inevitable recordar los 1700 millones de euros en perdidas, las 11.300 viviendas derruidas en 89 municipios, las 48722 empresas arruinadas, los 800 kilómetros de carreteras y ferrocarriles destruidos, los 141.000 vehículos destrozados y, en especial, los 229 muertos en Valencia más los siete de Castilla y uno de Andalucía.

La noticia de este primer año no debía ser la enumeración de estos datos que ya son conocidos desde las primeras semanas de la catástrofe. La noticia debía ser el progreso conocido en la reconstrucción de las ruinas, los fondos entregados por el gobierno español y la generalidad valenciana a los municipios y a los particulares damnificados.

Miserias tras la DANA

Escribo antes del funeral de Estado por las víctimas de la DANA, la tragedia imborrable de hace un año. No es fácil escribir en medio de tanto dolor, conociendo a personas que la sufrieron, que perdieron todo o casi todo, y observando cómo todas las administraciones fallaron, y han seguido fallando en este año. 

Falló estrepitosamente y ha seguido fallando el Gobierno de Sánchez, falló y ha seguido fallando la Generalitat Valenciana, fallaron y han seguido fallando muchos ayuntamientos. 

Solo los voluntarios acudieron rápidamente, con comida, ropa y palas o cualquier tipo de equipo para ayudar. Conozco a voluntarios que, al cabo de unos días o semanas, volvieron a ayudar, y marcharon asqueados por lo que vieron: desidia, abandono, intereses de partido político en vez de ayudas.

DANA y burocracia

Hoy se cumple un año de la trágica DANA. En la recuperación ha fallado y falla la urgencia, la descoordinación, con un sinfín de quejas por la burocracia. ¿Mejoraremos?

En España hay tres millones de empleados públicos, de los que un millón y medio son funcionarios. Y la cifra aumenta. No conozco a nadie que, hablando a solas, justifique tal cifra, porque todos vemos la carga que suponen y el servicio muchas veces deficiente o muy mejorable que nos prestan. A la vez, ningún empleado público de los que conozco piensa que su puesto es inútil o con una tarea que otro podría hacer: es muy humano, sobran empleados públicos pero nadie quiere reconocer que sobra él, sobran los demás. Empleados públicos y subvenciones “justifican” más impuestos. Así nos va.

Seguro que hemos oído el chiste extendido de uno que va a un ayuntamiento, o diputación, o consellería, y pregunta: “¿Aquí cuántos trabajan?”. Y la respuesta: “La mitad”. Asesores para todos. Ni hablar de suprimir puestos por las nuevas tecnologías.

JUNTS ROMPE con el PSOE

Después de mucho porfiar, finalmente ayer Puigdemont anunció la ruptura de su partido con el de Sánchez. En realidad el anuncio no ha sorprendido a nadie ya que desde hace meses las discordancias en el Parlamento habían sido múltiples y JUNTS votaba contra propuestas socialistas (rebaja de jornada laboral, decisión sobre migraciones…) sin guardar fidelidad alguna, cada vez que la propuesta socialista no encajaba con los intereses catalanes.

Hay un punto de deslealtad y falta de reconocimiento de Puigdemont hacia los esfuerzos sanchistas para apoyarle a él (batalla en favor de la Amnistía) y a su partido (defensa del catalán como lengua oficial en la Unión Europea).

BATALLA DE RANDE (VIGO)

Corría el mes de septiembre de 1702 y los problemas se sucedían en la España de Felipe de Anjou.

Se esperaba como inmediato el arribo de la flota de Indias procedente de Nueva España, que estaba amenazada por el acoso de los piratas al servicio de las coronas británica y holandesa, que ahora se habían reconvertido en corsarios al haberse declarado la Guerra de Sucesión, y ser Inglaterra y Holanda, nuevamente, enemigos declarados de España.

El encargado de vigilar el buen fin de la operación de llegada de la flota de Indias sería el general Manuel Velasco y Tejada, que desde la primavera de 1700 había esperado la orden de zarpar de Veracruz.

El 5 de mayo de 1702 se incorporaba en La Habana una flota francesa llegada en apoyo de la Flota de Indias, a la que en otras ocasiones había atacado.

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