Esperanza para Valencia
Dentro de la catástrofe que ha sufrido Valencia a partir del 29-O, con un número de muertos que debían haberse evitado, unos daños inmensos en viviendas, calles, comercios y empresas, un dolor inmenso parece no tener curación. Que no suene el titular de estas líneas a “la esperanza es lo último que se pierde”.
Valencia se va a rehacer con una esperanza activa, una vez comprobada la ineptitud de las instituciones. Es lo que más de un afectado ha reclamado: prescindir de los gobernantes y que haya gobiernos preparados, competentes, y han utilizado con frecuencia la palabra “tecnócratas”. Hay hartazgo, rabia, movilización.