Culto al cuerpo
Me ha venido a la cabeza un recuerdo gracioso, de hace bastantes años, estando en Roma unos días con unos amigos. En una terraza romana nos tomábamos muy a gusto unas cervezas. Observamos que el camarero, de una edad similar a la nuestra, hacía “musculitos” con el brazo cada vez que nos dejaba en la mesa algo, o en mesas cercanas. El camarero era enclenque, no precisamente de complexión fuerte. Nos reímos al ver su actuación, que nos parecía fruto de algún complejo, y decidimos hacerle ver lo ridícula que resultaba su exhibición. Le pedimos algo más, haciendo nosotros “musculitos”, y lógicamente se dio cuenta. Dejó de hacerlo. No sé si dejaría de hacerlo con otros clientes, a la vista de la experiencia con nosotros.