Legalidad-Legitimidad
Entre los muchos conceptos que interactúan en el mundo del derecho hoy se me ha ocurrido, ya veremos el motivo, poner sobre la mesa los de legalidad y legitimidad. Los operadores jurídicos los manejan con asiduidad y solvencia. Otra cosa es fuera del estricto ámbito profesional pues, aunque se parecen, tiene significados distintos lo que podría dar lugar a cierta confusión. Intentaré, en la medida de mis modestos conocimientos, precisar ambos términos apoyándome para ello en estudiosos que han profundizado en la materia.
El concepto de legalidad es fácil de comprender y de definir. Un acto o negocio jurídico es legal si se somete al ordenamiento jurídico al amparo del cual se ha dictado. Se ciñe al ámbito estrictamente jurídico y son los jueces los competentes para determinar si el hecho es o no legal. “Este principio tolera el ejercicio discrecional del poder, pero excluye el ejercicio arbitrario y aquí es donde entra en juego la legitimidad.”[i]