Podemos se evapora

Podemos era uno de los denominados “partidos emergentes”. Tras los resultados del 12-J en Galicia y País Vasco, uno de los resultados más llamativos es el descalabro de Podemos, que en tierras gallegas no ha obtenido ningún diputado y en 2016 obtuvo 14, y en el País Vasco ha logrado 6 diputados cuando en 2016 había obtenido 11. Faltan calificativos para semejante hundimiento. Quien no ha tardado en opinar sobre estos resultados es Iñigo Errejón, con un ‘tuit’ en el que expresa que “Podemos ya no existe. Existe una cosa cosa que se llama UP y que tiene los resultados de siempre de IU”: Pablo Iglesias le condujo a la puerta de salida, y ahora se venga, aunque también se han vengado no pocos lectores de su ‘tuit’, recordándole a Errejón si existe o no Más País, puestos a hablar de fiascos.

¿Es catalana LA TOPONIMIA VALENCIANA? (i VI)

Si anem al capitul hidrologic, els rius valencians (tambe tenim “Riachols”), naixen en “Naiximents d’aigüa”, no en “Deus”. L’aigua pot “Sumar” (tenim per eixemple la Font del sumadoret d’Alcoy), mai “Traspua” ni “Remintola”. Suma dels “Clavills” i “Badalls” o “Quebrasses”, no de les “Clivelles” (1ª documentacio en català ¡en 1839!) ni de les “Escletxes” (1ª doc. ¡en 1803!). Tambe pot “brollar”, per lo que tenim “Brolladors” (com el Brollador de la Pedrera d’Elig), no “Brolls”, per a on “Brolla” i no “Raja” l’aigua. Les nostres fonts tenen “Chorros”, “Chorradors” i “Chorrolls” que no tenen les catalanes.

Compañía del Puerto de BENICARLÓ

La fortuna acompaña en algunas ocasiones en las que uno encuentra algo que no estaba buscando. Y ésta es una de ellas.

En la portada de uno de mis libros, “1935 -1945. Benicarló entre dos censos electorales.”, aparecía la, quizá, primera foto aérea del puerto de Benicarló, realizada en Agosto de 1946.

Pues bien, en esta ocasión la suerte ha traído a mis manos unos documentos de gran relevancia para la historia próxima de Benicarló. Se trata, nada menos, de la COMPAÑÍA DEL PUERTO DE BENICARLÓ. Una Sociedad Anónima creada principalmente por benicarlandos para el desarrollo de su comercio e industria, que resultaría altamente relevante en la vida local.

El hallazgo se compone de la Escritura de la Sociedad Anónima Compañía del Puerto de Benicarló; Estatutos de la Sociedad Anónima Compañía del Puerto de Benicarló; y el Acta de Constitución de la Sociedad Anónima de la Compañía del Puerto de Benicarló; fechadas en Benicarló el 9 de Septiembre de 1883.

Propietarios del proyecto y plano, socios, accionistas, cuotas de participación, etc., junto con sus nombres, estados, profesiones y edades, dan una idea de conjunto de la visión emprendedora y comercial de unos hombres que se afanaron por engrandecer nuestro pueblo.

Revisionisme i memoria

Les protestes en Estats Units –viralisades en tot lo mon– per l’extrema violencia policial contra els afroamericans (eixecutats per nimietats o sense motiu), ha derivat en un revisionisme de molts personages que practicaren o favoriren l’esclavisme.

Portada de la prensa, visual i escrita, han segut les pintades o el llançament al fondo de la mar d’estatues de figures historiques. Dic be, historiques.

Hi ha excessos, si. No te massa sentit decapitar o derrocar imagens de Cristofol Colon, els Reis Catolics, fra Junípero Serra, Jaume I o Francesc de Vinatea (que algu qüestionà per la seua vida personal i que casi segur perdra son lloc en la plaça de l’Ajuntament de Valencia... per la remodelacio). No es menys cert que reis ilustrats com Carles III tenien esclaus... pero estem parlant de l’edat mija i moderna i no hem d’oblidar que eren monarques absolutistes. ¿Hauriem de desmontar tots els monuments que commemoren victories guerreres?, que, sense dubte, comportaven una agressio als drets de les persones...

Pablo Iglesias defiende los insultos

El insulto es una acción que ofende o humilla a una persona. No parece que sea algo defendible, salvo para los líderes de Podemos Pablo Iglesias y Pablo Echenique, el primero de ellos vicepresidente del Gobierno.

Pablo Iglesias ha defendido que hay que naturalizar que cualquiera que tenga representación pública y relevancia esté sometido “a la crítica y al insulto”, especialmente dirigiéndose a los periodistas, y en concreto a Vicente Vallés.

 En el fondo, Iglesias parece extrañado de que, habiendo “regado” con 15 millones de euros a las televisiones –incluida la que da trabajo a Vicente Vallés– en plena pandemia por el coronavirus, se atrevan a informar de lo que molesta al Gobierno: si algo molesta ahora a Iglesias es la información sobre la tarjeta de su exasesora Dina.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha emitido comunicados rechazando los ataques de Pablo Iglesias a la prensa, equiparando la crítica al insulto, y defendiendo que existan los insultos en las redes sociales.

PELIGRO POLÍTICO-CULTURAL

Los orígenes de la actual polémica sobre la dicotomía cultural lingüística “Valenciano-Catalán” hay que buscarlos en el florecimiento del nacionalismo político y cultural catalán de la segunda mitad del siglo XIX. Las consecuencias posteriores tomaron cuerpo de naturaleza, sobre todo, a partir de la década de los años sesenta del XX y continúan hoy en día por el impulso dado por la connivencia de entidades de las dos “Generalitats”, la catalana y la valenciana, y sus gobiernos respectivos.

Misa en Madrid

El lunes, por iniciativa de la Conferencia Episcopal Española, se celebró una Misa funeral en La Almudena por las víctimas del coronavirus. Más de 40.000 muertos por la epidemia lo merecían. Asistieron los Reyes y, en representación del Gobierno, la vicepresidenta Carmen Calvo. No asistió Pedro Sánchez, probablemente porque no quería escuchar  insultos y gritos contra él y su Gobierno, que los hubo en la calle. Tampoco asistió Pablo Iglesias, vicepresidente que “asumió” con gran solemnidad la gestión de las residencias a nivel estatal al comienzo de la pandemia, para luego no mover ni un dedo y trasladar a las comunidades autónomas toda la gestión y responsabilidad: tal vez Iglesias está exhausto por tamaña responsabilidad, o simplemente que le preocupa más la polémica por la tarjeta de su exasesora Dina. Tampoco estaba Salvador Illa, ministro de Sanidad, responsable titular de la crisis sanitaria. Sí asistieron familias de fallecidos y una nutrida representación de otras instituciones.

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