¿Acabará siendo delito el oponerse a la eutanasia?
El actual Gobierno de España, en mi modesta opinión, heredero del gobierno asesino del Frente Popular, nos ha anunciado que nos va a beneficiar legislando sobre la eutanasia. Lo cual, sin duda alguna, constituye el avance de un paso más en el camino de la estatalización de nuestras vidas y de la esclavización de la ciudadanía, así como la instalación de una válvula de escape para el problema de las pensiones.
Veamos en principio qué es la eutanasia. Es, ni más ni menos, que una forma de suicidio asistido, sustentada en la inhumana idea de que el hombre es propietario absoluto de su vida y de que, en consecuencia, puede hacer con ella lo que le venga en gana, excepto, claro está, luchar por conservarla, mejorarla y dignificarla, porque esa lucha es contradictoria con la personalidad con la que se quiere moldear a las futuras generaciones. Una personalidad de la que queden excluidos el valor, la virilidad, el espíritu de lucha, la fe y la rebeldía frente a las situaciones de carencia y/o necesidad.