Opinión

Stop a la violencia política española

No quiero comparar si hay más o menos violencia, física y verbal, en nuestro país respecto a hace unos años, o comparando con los países de nuestro entorno. La impresión que tengo es que va a más, invocando la política como justificación para agresiones e insultos, especialmente en las redes sociales.

Inés Arrimadas sabe bien lo que es recibir insultos en Cataluña por ser de Ciudadanos. Eso no ha sido obstáculo para que haya reprobado los insultos a Ada Colau por parte de independentistas catalanes, a la vez que alude a que ojalá Podemos condene agresiones que ella ha sufrido, o pueda sufrir.

En muchos municipios catalanes no se han atrevido a presentar listas electorales varios partidos como el PP, Ciudadanos o Vox, por el clima existente de una minoría independentista-violenta que le parece que insultar, molestar o agredir físicamente es en defensa propia, casi hasta en legítima defensa, intimidando a candidatos o incluso a sus familiares.

¿Y ahora con qué lo sustituyo?

Soy un veedor ocasional de televisión. Algún partido de fútbol y de baloncesto, alguna carrera, algún programa de ciencia o naturaleza y poco más.

Mi confianza en la Justicia es grande; en los jueces, tocando lo personal, no tanto, incluso aún menos. Vamos, como con la Política y los políticos.

Cuando comenzó el juicio por el “procés”, vi la primera sesión por el morbo que suponía ver a unas personas, que se creían superiores al resto de los mortales, tratadas como a los delincuentes que eran considerados. Vino después una segunda, tercera y enésima vez. Cuando no las podía ver en directo, las seguía por la noche. En fin, se me fueron cayendo mitos; aquellas gentes tan arrogantes sólo tenían dos piernas, ¡como yo!

Tras sus declaraciones siguieron las de los testigos, peritos, pruebas periciales y, finalmente, las conclusiones. Vi declarar a gente nerviosa, tranquila, prepotente, sencilla, profesional, autista, si se me permite la expresión, conocida… Todo un muestrario.

O Dios, o el absurdo

La Creación

Contrariamente a lo que se piensa y se dice, la cuestión de Dios no pertenece al ámbito de la creencia religiosa con base en el sentimiento, sino que es una cuestión de la razón, la gran cuestión de la razón filosófica.

Así lo han entendido los grandes pensadores de la humanidad: Platón, Aristóteles, S. Agustín, Sto. Tomás de Aquino, Descartes y Kant, entre muchos otros. Cuando se reflexiona sobre la realidad, es ineludible plantearse la causa primera de todo, y el no hacerlo se frustra a la razón, cuyo fin no es otro que indagar los por qué de las cosas, aunque no sean visibles. En la historia del pensamiento, hay filósofos teístas y filósofos agnósticos, incluso ateos; pero lo importante es saber si se ejerce bien el oficio de la razón o no, porque este es el centro de la cuestión de Dios.

Jeta en apuros

El líder de Podemos –por ahora es el líder– responde bastante bien al concepto de caradura que tenemos en la cabeza. Ya no sirven otros calificativos como el de populista, ególatra o radical izquierdista, ni siquiera el de tardomarxista. En el diccionario se define al caradura de la siguiente manera: “Dícese de la persona que tiende a aprovecharse de los demás”. Además, el diccionario ofrece sinónimos: “jeta, sinvergüenza, aprovechado”. Pablo Iglesias no es que “tienda” a aprovecharse, es que chupa la sangre sistemáticamente a quienes están a su lado, les utiliza hasta que ellos se dan cuenta o el propio Iglesias atisba que hay otras personas que le pueden aportar más a su enorme ‘ego’, a su carrera política o a su mera ambición. Usa y tira a las personas.

Lourdes, orgullo español

Hay títulos que se escriben para atraer al lector. Esa es la intención de éste, con permiso de nuestros amigos franceses, a los que también anticipo si se ven atraídos por el título, que no tengo ningún ánimo de contrariarles ni de pensar que no deben sentirse orgullosos de sus logros patrios, que los tienen, y muchos, y envidiables.

Pero en una sociedad como la española, más que autocrítica, autodestructiva, necesitamos exponer ejemplos palpables, corrientes, a la vista del ciudadano medio para que no se deje engañar con “cantos de sirena” de unos o de opiniones autodestructivas y anti-españolas de otros.

Con la intención de disfrutar de un fin de semana de oración y reflexión en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia, muy cerca del Pirineo que compartimos españoles y franceses, pude ir reflexionando también en algunos aspectos más mundanos que me traían a muchas situaciones, comentarios, noticias, tertulias y anécdotas (demasiadas desde mi punto de vista y que, poco a poco, se podría ir pensando que se debe empezar a elevar a “categoría”).

Tesoros naturales en las entrañas de ESPAÑA

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Las tierras ibéricas siempre fueron ricas en minerales. Durante el Imperio Romano, el oro extraído de Las Médulas, en la provincia de León, suponía casi el 10% de los ingresos de Roma, y sirvió para establecer el primer patrón oro. Más antiguas aún son las extracciones de Rio Tinto, explotadas desde hace más de 5.000 años por íberos, fenicios, romanos y musulmanes, quienes arrancaron cobre, hierro, manganeso, plata y oro.

El caso de Abraham Yahuda

En mi anterior publicación quise compartir la brillante ponencia de Dr. Javier Paredes titulada “El Contexto Europeo del Reinado de Alfonso XIII”, y ahora me gustaría hacerlo con la de Dr. Santiago García-Jalón de la Lama. Catedrático de Filología Hebrea en la Universidad Pontificia de Salamanca, autor de un volumen sobre la estancia de Abraham Yahuda en la Universidad Central de Madrid en el que transcribe y glosa la documentación que consta en el Archivo de la fundación administrativa de Alcalá de Henares, documentación que permanecía inédita.

El titulo de la conferencia en el mismo Congreso que organizó la HERMANDAD NACIONAL MONÁRQUICA DE ESPAÑA, su título: “Regeneración de la Universidad y Conflictos Internacionales en el Reinado de Alfonso XIII: El caso de Abraham Yahuda.”

Ensuciar a Vox

Rosa Díez escribió ayer un ‘tuit’ interesante: “El PSOE blanquea a Podemos y C´s ensucia a Vox. Y Sánchez se frota las manos”. Así se presenta el panorama político español en estos momentos, en el que están en el alero multitud de pactos de gobierno, con Ciudadanos casi siempre en el fiel de la balanza. El partido de Albert Rivera ya ha dicho que su socio preferente es el PP, sólo “excepcionalmente” el PSOE, y que no se sentará a negociar con Vox, porque sólo se niega a sentarse con populistas y separatistas, y engloba dentro del populismo –a dosis equivalentes en la práctica– a Podemos y Vox. Cierto que Vox ha cometido errores, y está rectificando.

Neoliberalismo y Neofascismo

En una sociedad que pretende destruir las humanidades, la historia, la capacidad de pensar y reflexionar, donde no se permite ninguna revisión histórica, y que en cambio, si se impone por decreto una supuesta y parcial “Ley de Memoria Histórica”; que intenta animalizar a su “masa sucia” a costa de amputar cualquier fuga intelectual y espiritual, reduciéndola a una especie de ganado dócil al que sólo se le intenta enseñar a odiar al que molesta, y del que han conseguido que ya tan sólo sienta y no piense; y al que se obliga a vivir en una realidad en la que, una a una, se han ido destruyendo todas las instituciones que podían dar certidumbre y seguridad a la persona, convirtiendo a la humanidad en la “sociedad líquida” que pronosticó Bauman, y a su clase media en el “precariado”, una nueva clase social caracterizada por la inestabilidad, la zozobra y la angustia.

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