LA GRAN FABRICA DE IGNORANTES
Es evidente el interés por parte del gobierno de que la educación pública se convierta en una fábrica de ignorantes e iletrados. Si nadie sabe nada, nadie puede protestar. Se evitan conflictos. Es algo tan viejo como el sol.
Así que se dictan órdenes como la supresión de la asignatura de filosofía. Esto no es casual, la única asignatura capaz de enseñar a los alumnos que existen distintas formas y concepciones del mundo y de la vida es excluida así, por decreto, del mundo docente. No parece haber problema con la química o con la física, que solo son enseñanzas técnicas, pero si con la única asignatura que ayuda a pensar y reflexionar, quizás a imaginar que las cosas podrían ser de otra forma.