LA GRAN FABRICA DE IGNORANTES

Es evidente el interés por parte del gobierno de que la educación pública se convierta en una fábrica de ignorantes e iletrados. Si nadie sabe nada, nadie puede protestar. Se evitan conflictos. Es algo tan viejo como el sol.

Así que se dictan órdenes como la supresión de la asignatura de filosofía. Esto no es casual, la única asignatura capaz de enseñar a los alumnos que existen distintas formas y concepciones del mundo y de la vida es excluida así, por decreto, del mundo docente. No parece haber problema con la química o con la física, que solo son enseñanzas técnicas, pero si con la única asignatura que ayuda a pensar y reflexionar, quizás a imaginar que las cosas podrían ser de otra forma.

Sangre de los ucranianos

Con Hitler suicidado en Abril de 1945, pocos días después, el 8 de Mayo a medianoche se firmó en Berlín la rendición de Alemania a las fuerzas aliadas. En el Pacífico, los EEUU continuaron la guerra con Japón que solo acabaría en agosto tras las trágicas explosiones atómicas en Hiroshima y Nagasaki.

Rusia viene celebrando anualmente con gran esplendor ese 9 de Mayo que Moscú considera fue su gran victoria contra el nazismo alemán. Y este año quería darle especial énfasis por estar luchando Rusia, dicen, contra el “nazismo ucraniano”.

La celebración se extendía a varias capitales europeas donde los embajadores rusos tenían instrucciones de asistir a actos conmemorativos en cementerios donde yacen soldados soviéticos caídos en la II Guerra Mundial.

Notes d'etnologia valenciana: ELS PORRATS (i VI)

Per a entendre l’orige dels porrats, sera interessant comparar els productes mes usuals que es venen actualment, en aquells que tenim documentat que eren propis dels antics porrats. De tots eixos productes nos centrarém en els mes representatius, que son els fruits secs, concretant un poc mes en l’estrela dels “porrats”, que es el “torrat”.

BENIDORM FEST: inevitable i ineludible

I

No soc eurofan(atic) ni ho he segut mai. No soc dels que s’assenten religiosament davant de la tele i es ‘papen’ tot el programa i continuen dies despuix el debat sobre l’injusticia comesa en Espanya (per la mala classificacio) i el favoritisme mutu entre països d’algunes regions.

Enguany he vist les semifinals i la final. Era distint sent lo mateix. Hi havia bon nivell, novetat en les propostes i molta moguda. A mi m’agradaven les cançons d’Unique (festivalera i diversa sexualment) i de Paloma Blanca (elegant i ben interpretada). La fortuna (el jurat i la gent) no m’ha fet cas i ho he acceptat deportivament i no tinc rets socials (¡per sort!).

Todos sufrimos con Ucrania

Putin fue negando a todos que tuviera la intención de invadir Ucrania. Engañó a todos los líderes y gobernantes que hablaron con él. El 24 de febrero inició una invasión que nos cogió desprevenidos, confiados, engañados, pese a que el inmenso ejército ruso posicionado desde hacía semanas en la frontera lo hacía temer.

Había otras guerras ya declaradas, hay otras guerras, en continentes diversos. Sin embargo, la de Ucrania la ha comenzado un dictador de una potencia mundial, que previamente pactó con China un “manos libres” para ambas potencias, de apoyo o respeto mutuo, que de todo hay. Y Rusia, potencia mundial venida a menos, inició la locura bélica, con afán expansionista, que había iniciado en 2014 con la anexión de Crimea y la comunidad internacional se mantuvo pasiva.

Ribó descarrila

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, nos tiene acostumbrados a excentricidades, a falta de conexión con la cultura y tradiciones valencianas, a pretender imponer su ideología so pretexto de que es ajeno a todo lo religioso: valga como ejemplo la excéntrica cabalgata de las Magas de Enero, con un fracaso total. Ribó tiene 74 años, catalán de nacimiento – le debe muchas cosas a Valencia, y como alcalde debería sintonizar con los sentimientos de la ciudad -, ha manifestado recientemente que no le entusiasma seguir como alcalde por las dificultades sociales actuales. Ni se ha movido por la Copa América, en beneficio de Barcelona. Está de salida, pero reafirmándose en sus rechazables y sospechosas decisiones.

¡QUINA BARRA! (la de Lluís Mesa)

Algunes voltes parle de gent que la major part dels llectors no coneix. No tenen l’obligacio; yo, com a minim, tinc la devocio. Provablement es el cas de Lluís Mesa, un habitual colaborador del diari Levante-EMV, entre uns atres oficis i ocupacions, adscrit a lo que denomine ‘genuïnisme’ (he publicat un llibre sobre la qüestio). Estes persones o unes atres de la mateixa corda, practicants d’un voluntari uniformisme catalanesc, son les que abans condenaven molts elements idiomatics valencians correctes (els exorcisaven en aigua beneida i no se quàntes lletanies; vullc dir, en seudorraons) i ara son els abanderats defensors d’ells, casi sempre formalment. El canvi conductual s’enten com una conversio miraculosa, perque no hi ha explicacio humana ni cientifica.

El proces esquematic es sempre el mateix: hi ha hagut unes forces teluriques indeterminades que han causat la supressio o l’arraconament de les formes valencianes i ara venen ells, els salvadors, i les recuperen de les garres de l’infern (de l’oblit).

Yo he sido espiado

No sé a ustedes pero a mí todo este asunto de los espías de Pegasus me parece un tanto inflado. Es como cuando el comisario de “Casablanca” se escandaliza de que en la bien conocida timba del Café de Ricky “se jugaba”.

Y me hace recordar con nostalgia cuando en un país comunista, el Embajador y yo, procedentes ambos de una misma región, hablábamos en un valenciano roto para intentar confundir a los escuchas locales. O cuando nos encerrábamos en un baño con los grifos abiertos para distorsionar el sonido de los micros que -dábamos por sentado- estaban por todas partes en la Embajada. O mejor aún, cuando aconsejados por nuestros Servicios, salíamos al jardín para tratar de los temas más delicados.

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