Cuidar la familia
Una serie de alarmas están saltando en torno a la familia, y ya hace años. No acabamos de ser consecuentes cuando subrayamos la importancia de la familia y, sin embargo, en la práctica parecemos desbordados, superados, por un deterioro familiar creciente. Me parece que no es cargar las tintas ni dibujar un panorama negro. Aceptamos que, por encima del trabajo y de las amistades, lo que de verdad importa es la familia, ámbito en el que se nos quiere por lo que somos –marido, mujer, hijo, hermano, abuelo, sobrino– y no por lo que tenemos. El auténtico colchón ante el paro es la familia: nos echará una mano, incluso en lo económico, aunque el paro sea largo y se acaben los subsidios.