LA LISTA DE MONTESQUIEU SIGUE INCOMPLETA
Tendemos a considerar que los grandes pensadores, los grandes filósofos, son cosa del pasado, que son insuperables, sagrados, eternos…por ejemplo, la ciencia política moderna está basada en gran parte en trabajos y estudios de hace trescientos años, si no más. Quizá ha llegado el momento inaplazable de actualizarlos. Si alguien se siente tentado a considerar esta apreciación como una especie de insolencia, le ruego espere a acabar de leer el texto.
Por ejemplo, tenemos el caso del bueno de Montesquieu (1684-1755), muy influenciado por las ideas de Hobbes, y que llegó a una conclusiones contenidas en su obra “El espíritu de las Leyes”; básicamente un manual básico de estudio de la política desde entonces. Según él, los poderes del estado eran tres: el ejecutivo, el judicial y el legislativo. Lo importante era que funcionaran por separado, dado que su idea más relevante era que nada había más importante que la Ley. Como jurista no puedo menos que compartir su apreciación y respetarla.