Voluntarios cercanos
Todo voluntario que colabora, poco o mucho, es de agradecer. Se dedica a los demás. Da su tiempo, a veces también su dinero, a tareas solidarias. Siempre es positivo ayudar a los demás sin encerrarse en una torre de marfil. Para mí, el voluntariado tiene dos requisitos: que sea eficaz y que no busque el aplauso, la “foto”.
Este verano he vuelto a escuchar relatos de voluntarios, universitarios en su mayoría, que han ido unas semanas a un país africano, a colaborar con una ONG u otro tipo de entidades, para repartir comida, limpiar casas y un largo etcétera. Les organizan un día a la semana un recorrido turístico tipo “safari”, para que les sirva de turismo y descanso.