CORREGIR LAS MIGRACIONES
En España hay muchos asuntos que se están enfocando de forma incorrecta, tales son las cuestiones de género que engendraron la insidiosa ley del "Solo si es si"; el trabajo y la productividad que han venido generando los mayores índices de desempleo de Europa; la Educación que ha derivado en que cada vez se hable en nuestro país menos y peor la lengua española; la Política Exterior con tremendos desvaríos en el Mahgreb, en Oriente Medio y en Venezuela y en particular en materia Migratoria a la que voy a referirme.
En este capítulo España oscila erráticamente entre dos extremos igualmente erróneos: o condenamos la entrada en el país de cualquier extranjero -excepto los 95 millones de turistas- como potenciales delincuentes o, en el otro extremo abrimos las puertas cándidamente a todo migrante ya sea legal o ilegal que cruce la frontera por tierra, mar o aire.