El pucherazo venezolano consumado
No cabe ninguna duda que la relación de España con los países hispanoamericanos ha sido siempre muy especial y se ha mantenido estable por encima de los regímenes que hubiera en España y también en aquellos países. Franco resumió en pocas palabras el sentimiento que debía guiar nuestra diplomacia con Hispanoamérica: "No puedo romper relaciones con un país cuyo presidente se llama Castro". Ese sentimiento de hermandad se ha venido manteniendo por encima de crisis y malentendidos.
En Europa eran conscientes de que España mantenía una política de largo alcance con Latinoamérica y aceptaba de buen grado nuestro liderazgo conscientes de que era moderado, prudente y conciliador.