La Indiferencia
“Las montañas siempre han hecho la guerra a las llanuras” (Víctor Hugo)
El andar por las llanuras de un huerto de naranjos –sobre todo en primavera- es siempre un placer. Normalmente también paseamos más cómodamente por las llanuras que por las pendientes y repechos, sobre todo si somos de edad avanzada. Las llanuras, a veces, son impracticables, nos encontramos con vallas, setos y acequias que dificultan nuestro movimiento al caminar; otras son peligrosas como las grandes llanuras de bosques y huertos naturales o urbanas, éstas últimas las “peores”, en las que el tráfico rodado atentan contra nuestra integridad o “libertad” de movimientos.

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, está sufriendo una campaña desproporcionada, inaudita, por sus palabras en defensa de la familia, de la doctrina de la Iglesia. La presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, la ha calificado como “impropia”, defendiendo la libertad de expresión del prelado para defender unos valores, como otros lo hacen al defender los suyos.