Opinión

Concejala polémica

Verónica Ruiz, la concejala de Compromís que acapara desde hace tiempo buena parte de la información municipal y de las conversaciones de los castellonenses, está batiendo récords, no precisamente de popularidad. No sé si tiene una personalidad que disfruta con las tensiones que crea, que necesita llamar la atención, o acata directrices de su partido. Para colmo, dice que está “perpleja” por la polémica suscitada por los libros de temática LGTBI que ella adquirió y distribuyó en 11 institutos de Castellón, perpleja por la decisión judicial que ordenaba la retirada de los libros y perpleja porque haya personas que no estén de acuerdo con ella.

Los papeles de Manglano

La última vez que puede charlar con Emilio Alonso Manglano fue el 3 de Octubre de 2003, en los jardines de la Embajada de la Republica Federal de Alemania en Madrid, donde se celebraba la unificación de las dos Alemanias, Fiesta Nacional del país. Recuerdo que el Embajador alemán pronunció unas amargas palabras de despedida pues acababa de ser cesado como consecuencia de unas imprudentes declaraciones públicas.

La noche del principio del otoño era hermosa, en el jardín frente al paseo de la Castellana. Pero el ambiente parecía haberse conjurado para ser deprimente. El General Alonso Manglano, habitualmente positivo y optimista, me contó sus penas, su tremenda decepción por la forma inmisericorde con que le había tratado el Gobierno, el Ejército, la prensa y la sociedad en su conjunto, ignorando lo mucho que él había hecho por España a lo largo de su vida. Acabó confesándome su propósito de abandonar el país, trasladarse a los Estados Unidos y no volver nunca más.

Comunidad Valenciana, ¿una nación ocupada militarmente?

Nos falta perspectiva histórica, pero cuando pasen los años recordaremos a la joven -denigrada por las fuerzas del eje -que se opuso al insulto y la manipulación que los militantes de Esquerra Republicana de Catalunya practican a diario en nuestro Reino de Valencia.

No conozco a la joven en cuestión -aunque la admiro- pero sí a lo que se enfrentó en los locales de la sociedad política "EI Micalet". Precisamente ayer, 30de enero de1995, se presentaron los comisarios de ERC en un centro de enseñanza de Alicante -en la biblioteca-, adoctrinando a los estudiantes alicantinos con la obsesión de este partido: "Valencia debe pertenecer a la nación catalana y lograr la independencia de España".

Hay que respetar todas las ideas -es lo grandioso de la democracia-, pero tenemos que desenmascarar a los que camuflan su proyecto político -amparados por el boletín de la ciénaga en Valencia- con manipulaciones y falsedades.

Convenciones, congresos y cursillos

Empieza el curso político y los principales partidos se han precipitado a dejar las cosas claras organizando los habituales encuentros publicitarios que, en algunos casos, tienen el mérito de haberlos montado con esfuerzo y dedicación y en otros lo hicieron simplemente por cumplir y no caer en el olvido.

El PP es el que se lo tomó más en serio. Movilizó a media España, a todos sus barones, con el objetivo fundamental de deshacer entuertos y dejar claro que por encima de Ayuso, de Feijoo, de Moreno Bonilla y de todos los demás, el que manda es Pablo Casado.

Libros LGTBI

Existe cierto temor a hablar o escribir de esta cuestión. Unos tienen pánico a meterse en líos, ¿con quién, porque estamos en una sociedad democrática y de libre expresión? Otros desean caer bien o no enemistarse con quienes gobiernan ahora, un tripartito de izquierdas en el ayuntamiento de Castellón y en la Generalitat, con un socialista al frente –Amparo Marco y Ximo Puig-, y en ambos casos dejando hacer a Compromís en materias educativas y culturales: es parte de un pacto político nada ingenuo.

Doctrina sobre la llengua valenciana

     INDEX

I.       Introduccio
II.      El nom de la llengua
III.     El valencià, llengua autoctona
IV.     El valencià, llengua, no dialecte
V.      El valencià no és dialecte o varietat del catala
VI.     L’unitat de la llengua
VII.    La llengua dels valencians
VIII.   Llegitimitat de la llengua valenciana
IX.     Les normes ortografiques de 1932
X.      L’ortografia de l’Academia

X.     L’ORTOGRAFIA DE L’ACADEMIA

Alguns diuen que no s’ha d’admetre l’ortografia de l’Academia de Cultura Valenciana:

La dimisión del deán

El pasado 12 de octubre, Virgen del Pilar, tenía muchos focos informativos de interés máximo, en Zaragoza y Madrid principalmente. Pero saltó una noticia que tenía los ingredientes de lo que solemos calificar como “noticia”, es decir algo infrecuente, incluso raro, llamativo. Era la dimisión del deán de la catedral de Toledo, por el polémico vídeo grabado en la catedral por el rapero Tangana, titulado “Ateo”.

Sea por ingenuidad o por aparentar “apertura” y “diálogo” con la cultura actual, que son términos equívocos o al menos incorrectamente utilizados en ocasiones, el deán había dado el permiso, y me pareció totalmente coherente que dimitiera. Inicialmente el deán había justificado su decisión en que la Iglesia debe “acoger” y “dialogar” con la cultura contemporánea.

No pocos se preguntaban qué es un “deán”, pero bastaba la percepción de que es el responsable de la actividad de la catedral, quien preside el cabildo de canónigos que tiene la misión de administrar la catedral.

Residencias intervenidas

El presidente de la patronal de las residencias valencianas (AERTE), José María Toro, ha criticado que, pese a la mejoría sanitaria, la Consellería de Igualdad obligue a tener bloqueadas el 5% de las plazas de las residencias de mayores. Con esta medida, más de 1.500 mayores se quedan sin poder vivir en una residencia.

AERTE ha sido muy clara: parece que la Consellería quisiera “intervenir” el sector de una manera encubierta, aprovechando el marco jurídico de la pandemia, que ahora se ha relajado muchísimo en la Comunidad Valenciana, pero no en las residencias. 

¿POLEXIT?

Cada uno de los 27 países de la Unión tuvo que incluir en su Constitución, cláusulas que aclararan la relación entre las normas nacionales y las disposiciones europeas. En la Constitución española tales disposiciones se encuentran recogidas en el capítulo tercero “De los tratados internacionales” y en particular en el artículo 95, no particularmente bien redactado, del que parece desprenderse que si hay contradicción entre nuestra Constitución y un Tratado Internacional al que deseamos adherirnos, deberemos revisar y acoplar nuestra Ley a la superior a la que vamos a incorporarnos.

No en todos los países de la Unión se entienden así las cosas y, en el fondo, a ninguno de los 27 le gusta reconocer que unos burócratas distantes, no elegidos democráticamente, les dicten cómo deben hacerse las cosas en su país en que los gobernantes si son el resultado de elección popular.

Suscribirse a Opinión