EL FIASCO europeo
Es del dominio público, esta construcción artificial conocida como la Unión Europea, en sus treinta últimos años, solo ha servido para una cosa: para enriquecer a Alemania y Holanda. Para nada más. Antes al contrario, se han generado, como nunca antes desigualdades entre los países europeos que no existían antes de este invento de la UE.
El hecho está constatado: solo dos países se han enriquecido con las políticas de Bruselas, Alemania y Holanda; y el resto, se ha hundido y arruinado.
En estas circunstancias, la devastación promovida de propósito por la UE no conoce límites. Todos somos sus víctimas. Podemos echar la vista atrás. No hace tanto tiempo, con la peseta, podíamos ahorrar, viajar y comer en restaurantes, éramos ricos, sólo que no lo sabíamos; después, en 1.986 entramos en la UE, y ahora, con el euro, en los mejores casos, podemos afirmar que tenemos menos dinero. En los peores, nuestro poder adquisitivo ha desaparecido o disminuido dramáticamente.