Impaciencia revolucionaria de cierta izquierda

Están nerviosos. Ya tienen su nuevo “Prestige”, su nuevo “15 M”. La crisis ha sido un gran estímulo para sus ansias revolucionarias. Si Mariano Rajoy consigue enderezar la economía y cumplir alguna de sus promesas electorales, estos señores revolucionarios nuestros tendrán que pasar por los quirófanos cardiacos. No podrán resistir el disgusto.

Todo está muy bien calculado. Agitación, agitación y más agitación. Y si algún policía se pasa un poco de la raya, el regalo está servido: ya tendrán su mártir. Su añorado mártir.

No importa que en Portugal la crisis sea mayor que la nuestra y que nadie pretenda un cambio de régimen. Y que lo mismo suceda en Italia, en Francia, en Irlanda, etc. Ellos lo que quieren es aprovecharse de este momento de desánimo nacional para traer “su República”, digo que sea la “suya” porque nunca han pretendido que fuera la de todos.

Sorprendentes realidades

Dr. José Jaime Canós

El pasado jueves, 15 de junio, en Nules hubo un acto inusual, con ingredientes dignos de resaltar. Todo sucedió en la inauguración oficial de la calle dedicada a José-Jaime Canós, un médico nulense que ejerce en el Hospital de La Plana. Si noticia es algo que se sale de lo habitual, algo llamativo, en ese acto hubo varios aspectos dignos de destacar. Casi un millar de personas en la inauguración de una calle, hasta ahora llamada Rambleta, y ahora Doctor José Jaime Canós. Ya es una cifra considerable, pese al calor. Entre los asistentes, varios cientos de vecinos del municipio, amigos y familiares del Doctor Canós, pero también personas venidas de Madrid, Valencia y otras ciudades alejadas.

Valencia 1238: Mito y realidad

Es sabido que Jaime I hizo su entrada en la recién conquistada ciudad de Valencia el 9 de octubre de 1238, tras un asedio que duraba desde la Pascua, cuando los nobles convocados habían de presentarse en el lugar de El Puig de Enesa o de “Cebolla” (etimología popular del árabe Yuballa “montículo”), que desde aquellas fechas recibirá el nombre más entrañable de Puig de Santa María.

La capitulación de la ciudad de Valencia se firmó poco antes en Ruzafa, el día 28 de septiembre de 1238. Zayyan, último gobernador musulmán y nieto del legendario Ben Mardanis, llamado también rey Llop o Lobo por los cronistas cristianos, abandonó con sus incondicionales el alcázar de Valencia el 8 de octubre, según acredita el historiador de origen ondense Ibn al-Abbar, secretario o katib del propio Zayyan y presente en la rendición.

 

DIÓCESIS DE VALENCIA

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