Apunts històrics del teatre valencià (I)

L’escassea de documentació històrica a disposició del públic, la poca atenció que a nostre teatre se li ha dispensat a lo llarc del temps per part de les autoritats culturals, junt a la relativa carència de texts o referències escrites arribades fins a nosatres, fa difícil expondre al llector interessat lo que en realitat ha supost el fet teatral per a nostra societat valenciana, i lo que ad ella en quant a cultura li ha aportat. No obstant, i per fortuna, no tot ha segut obscuritat a lo llarc del temps per a la nostra escena.

Si en l’inici d’estos apunts tenim en conte la màxima de que “començar pel principi” sol ser la millor manera d’explicar un fet, bo serà que adoptem una forma un tant cronològica en la present redacció, mes que a lo llarc dels apunts, de volta en quan siga precís o un tant aclaridor, tornar arrere per a desenfosquir algun tema que ho precise. En permís, puix, anem al principi.

La necedad y su imperio

Cuando reflexionamos sobre el mundo de los hombres y su espectáculo, la impresión negativa que se recibe no es principalmente su egoísmo y maldad, sino su estupidez masiva. Es cierto que los hombres somos egoístas y malos, pero sobre todo somos estúpidos y necios, y la estrecha unión de ambos comportamientos nos hace del todo incorregibles. La necedad es la ignorancia pretenciosa y prepotente que no es consciente de que carece de adecuados conocimientos, sino que opina con osadía de todo sin tomarse la molestia de informarse de nada. Y es esto lo que la hace reprobable. Mientras que la ignorancia no es por sí misma un mal moral sino más bien una carencia, la necedad implica una actitud de imprudencia temeraria, de impermeabilidad a la corrección, y de comportamiento irresponsable. El necio se hace un malo incorregible.

Resaca electoral

De nuevo unos resultados electorales ofrecen multitud de análisis, algunos con más objetividad que otros, pues asombra también escuchar o leer comentarios que más bien parecen de un seguidor de un equipo de fútbol a ultranza que de una serena interpretación de los datos del escrutinio. Pero ya se sabe que algunas pupilas están tan teñidas de un color que hacen difícil analizar la realidad sin pasión partidista. También hay análisis de políticos que más bien parecen nacer de la venganza interna del partido que de los resultados propiamente dichos. De todo hay, en definitiva, y es bueno el intercambio de impresiones, a veces para reconocer falta de perspectiva o empecinamiento.

¿Quo vadis España?

Tras el resultado negativo de la segunda sesión de investidura de Mariano Rajoy no puedo dejar de plantearme la incertidumbre que se abre para todos nosotros en los próximos dos meses y, sobre todo, mucho más allá. Las decisiones que se tomen en los próximos sesenta días condicionarán nuestro futuro para bien y…para mal.

Se supone que se va a esperar al resultado de las elecciones autonómicas gallegas y vascas. Y dependiendo de ellos el nacionalismo redoblará sus exigencias e intemperancias.

La motivación

Los deseos de nuestras vidas forman una cadena cuyos eslabones son las esperanzas y las realidades” (SÉNECA)

Decía en otra ocasión sobre valoraciones personales de “Derechos y Deberes” fundamentales del ser humano, nos daba la sensación que estábamos dando como Nación la imagen de un país lleno de derechos y bastante vacío de deberes, poco edificante en lo moral, con una corrupción galopante pública y privada en todos los niveles sociales, y con una sociedad con deberes en baja y derechos al alza.

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