Urgencia educativa
El proyecto de Ley de Libertad Educativa se está tramitando estos días en las Cortes Valencianas. Era un compromiso electoral de Carlos Mazón acabar con la imposición lingüística que promovió y multiplicó el tripartito durante ocho años, siendo su ariete el conseller Vicent Marzà. El actual conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha sido claro desde el comienzo: es una prioridad revertir la situación, de modo que se acabe la imposición del valenciano y el adoctrinamiento en las aulas, apostando por la libertad.
Es urgente que se escuche a los sectores implicados. Sucede algo muy raro con este proyecto de ley. Las entidades que protestaron contra Marzà y su sectaria política educativa, ahora están divididas ante el proyecto de Ley de Libertad Educativa: COVAPA y CONCAPA la valoran positivamente; sin embargo, la asociación alicantina ‘Idiomas y Educación’ y ‘Hablamos Español”, que tanto han peleado por defender el español en la enseñanza valenciana, están en contra. Perplejidad total.