ESPAÑA EN EL MUNDO
Cuando mis padres me escolarizaron por primera vez en un parvulario, debía contar yo 3 o 4 años, recuerdo que en el aula del colegio había dos mapas, uno muy grande de la península ibérica y otro de menores dimensiones del mundo entero con sus cinco continentes.
Aquel niño que fui llegó a la lógica conclusión de que España era el todo y el resto del mundo era la parte, es decir que España era más grande que el resto del mundo.
No se escandalicen ustedes de aquel error infantil. A fin de cuentas, desde el principio de los tiempos hasta finales del siglo XV, la humanidad entera vivió en la creencia de que nuestro planeta Tierra era el centro del universo y que el Sol y otros planetas giraban a nuestro alrededor. Tuvo que venir el clérigo polaco Nicolás Copérnico para demostrar que era justo al revés, y que en nuestro sistema, todos los planetas incluido el nuestro, gravitábamos alrededor del Sol.