Las siete vidas de Ximo Puig

El actual presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, es un experimentado político, del que bien puede decirse que tiene 7 vidas como los gatos, o incluso más.

“Las siete vidas del gato” es una obra de teatro de Jardiel Poncela, estrenada en 1943, y que en 1970 se llevó al cine. Recoge la acepción popular de que un gato tiene una gran capacidad de resistencia, y puede salir indemne de situaciones que para otros serían fatales, mortales.

Puig es un malabarista de la política. Con su carácter afable y campechano, ha sobrevivido a mil batallas políticas, por supuesto haciendo caso del consejo que le dio su abuelo de “Tú, siempre de izquierdas”.

Prácticamente toda su vida se ha dedicado a la política, tras una breve experiencia profesional en diversos medios de comunicación. Desde 1983, con 24 años, su profesión es la política. Fue jefe de gabinete con Joan Lerma, pero se esconde esa etapa, porque el “lermismo” es pasado, y Puig formó parte muy activa de aquella etapa.

El orgullo de ser español

José Diaz Ramos, antiguo militante cenetista. Con el tiempo sería designado Secretario General del PCE. Enfermo terminal de un cáncer gástrico, recibe en el lecho mortal a su correligionario Jesús Hernández Tomás. Ambos están profundamente desilusionados de su experiencia al servicio del imperialismo soviético y de una manera especial por haber contribuido a borrar del alma de sus hombres “el orgullo de ser español”.

“Deberemos comenzar poco a poco…pero comenzar por algo. Un viraje de 180 grados en el Partido no lo conseguiremos no lo lograremos ni en unos días, ni en unos meses, ni quizás en unos años- expuso Díaz.

– Eso es lo que me desmoraliza -indiqué.

– Qué te parece si comenzamos a desplegar una campaña, hábilmente desarrollada tendente a despertar en nuestro Partido un sentimiento de orgullo por todo lo español?- me preguntó Díaz.

– La mirada de Díaz se había animado. De sus ojos negros se desprendía ahora un reflejo de malicia y de contento. Su ocurrencia le animaba. Prosiguió:

Los de Burriana en Los Arañones

De todos es conocida la frase “Burriana, Paris y Londres”. Cita conocida, que obedece al justo calificativo de una ciudad que consiguió ser la gran aventajada en muchos aspectos de la iniciativa industrial y exportadora agrícola en la Provincia de Castellón. Consiguiendo una bien ganada fama de prosperidad, cuantificada en el epigrafe que encabeza este escrito.

Burriana fue pionera y única en el establecimiento del un tranvía urbano en la Provincia de Castellón, autorizado por el Ayuntamiento el 11 de julio de 1897, al concesionario Vicente Peirats Rios, iniciando las obras en abril del mismo año. La obra se llevó a cabo mediante carril tipo Damerbe de 18 Kg/ml, suministrado desde Inglaterra por la sociedad “Bolckow Vaugham & Cº Ltd” de Middlesbourg.

En buena compañía

en buena compañiaTítulo original: “In good company
Dirección y guión: Paul Weitz.
País: USA  Año: 2004.
Duración: 109 min.
Género: Comedia dramática.
Intérpretes: Dennis Quaid (Dan Foreman), Scarlett Johansson (Alex), Topher Grace (Carter Duryea), Marg Helgenberger (Ann Foreman), David Paymer (Mortie)
Producción: Paul Weitz y Chris Weitz.
Música: Stephen Trask.
Estreno en España: 15 Abril 2005

SINOPSIS

Derechos y Deberes

“Todo derecho que no lleve consigo un deber, no merece que se luche para defenderlo” (Mahatma Gandhi)

¿Por qué suenan más en nuestra sociedad los derechos que los deberes? ¿Por qué legisladores y políticos, empresarios y sindicatos o ciudadanos en general exigen y revindican más sus derechos que sus obligaciones? Con la perspectiva que me dan los años y la observación frecuente de los acontecimientos y comportamientos sociales, me da la sensación que nuestras actuaciones están cimentadas más bien en la exigencia de todo tipo de derechos, que en el cumplimiento general de nuestros deberes.

El abogado Tomás Moro: Un ejemplo para los juristas (incluídos los magistrados del TC)

1.- El londinense Sir Thomas More a sus cincuenta y siete años tenía todo lo que un hombre ambicioso pueda desear: buena posición económica, una familia estable, muchos y buenos amigos quienes se disputaban su amistad, merecido prestigio intelectual, escritor (ahí queda para la historia del pensamiento político su atrevido ensayo titulado La utopia), teólogo, jurista, publicista, íntima amistad y colaborador de Erasmo –otro intelectual a quién se rifaban todos los cenáculos intelectuales de Europa-, alumno -y administrador en el año 1524- de la prestigiosa Universidad de Oxford y de los más destacados centros universitarios ingleses, abogado con una honradez profesional a toda prueba, reconocida tanto por sus clientes como sus colegas oponentes en el foro, juez de lo civil –que diríamos ahora-, profesor universitario de derecho, etc. Esta brillante carrera profesional culminó cuando Enrique VIII le nombró canciller o primer ministro del Reino.

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