Políticamente incorrecto
En esta última década, el periodismo ha puesto en circulación una palabra para calificar aquellas ideas que son aceptadas o rechazadas por el sentir político y social automáticamente, sin necesidad de reflexión o valoración racional alguna: lo “políticamente correcto” o lo “políticamente incorrecto”. Decir que tal o cual opinión no es políticamente correcta equivale a decir que suscita escándalo y rechazo en el pensamiento mayoritario e impositivo de nuestra sociedad. Es un calificativo muy acertado, ciertamente, porque hoy la política tiende a invadirlo todo, inclusive el ámbito íntimo y autónomo del pensamiento de las personas. Y ello puede ser letal para el ejercicio de la verdadera democracia. Cuando una determinada idea resulta “correcta” o “incorrecta”, quiere ello decir que, de hecho, se ha impuesto en la sociedad una ideología totalitaria, a pesar de que se proclame el principio sagrado del pluralismo, y que, también de hecho, la libertad de pensamiento se encuentra restringida en su ejercicio, por más que se diga continuamente lo contrario.
Una devaluada encuesta del CIS
La última encuesta del CIS está devaluada, y no por dudar de su profesionalidad, sino por la ebullición que se vive ahora en la vida política española.
Según la encuesta, el PP baja un poco, el PSOE supera por décimas a Podemos, y Ciudadanos sube. Puede marcar tendencias, pero hay que tener en cuenta que la encuesta es previa al estallido de la Operación Lezo, que puede pasar factura claramente al PP, y más tras saberse ayer que la Delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, está investigada en Mercamadrid. Sigue la sangría de los casos de corrupción en el PP, y está por ver cómo lo asumen los votantes en próximas encuestas.
Además, el PSOE es un enigma. Si como parece más que probable sale elegida Susana Díaz secretaria general, habrá que ver cómo evolucionan los acontecimientos, especialmente por la postura o decisiones que tome Pedro Sánchez, que no renuncia a estar en el escaparate político, sea en el PSOE o fuera de él.
Libertad de enseñanza
La manifestación del pasado sábado en Valencia, con unos 40.000 participantes, es un hito que debe analizarse. Es la mayor manifestación que se ha producido contra el gobierno nacido del Acuerdo del Botánico, dirigida contra la política de educación que pilota el conseller Vicent Marzà, y por supuesto Mónica Oltra.
Convocaron la manifestación la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y el sindicato USO. Posteriormente, la Mesa por la Educación en Libertad –que agrupa a patronales, sindicatos y universidades privadas, defendiendo la libertad de enseñanza ante los reiterados “avisos” de Marzà-, otros sindicatos, AMPAs de toda la Comunidad Valenciana, líderes del PP y Ciudadanos y otras muchas entidades se unieron a la convocatoria, se movilizaron y lograron una asistencia récord.