Las contradicciones humanas
Por nuestra propia naturaleza, los seres humanos caemos muy fácilmente en contradicciones, y ello hasta tal punto, que podemos vivir en continua contradicción con nosotros mismos sin tratar de corregir esta falta de coherencia.
Lo sabemos todos por abrumadora experiencia: criticamos a los demás lo mismo que nosotros hacemos; utilizamos doble rasero para medir un mismo hecho según nuestra conveniencia; profesamos unos principios que traicionamos en la práctica, etc. etc.
Podemos incluso ser una contradicción viviente al llevar una doble vida: de cara a los demás, por una parte, y en nuestro fuero íntimo, por la otra.