LA PIRÁMIDE DE MUSSOLINI y el expansionismo catalán

«La guerra que somet els pobles barbres als civilisats, és una obra de pau y civilisació»

(Prat de la Riba: La Nacionalitat Catalana, 1906, p.120)

 

Aquí, en lo más alto del puerto del Escudo, en la cumbre de esta montaña wagneriana que une Cantabria y Castilla, la bellísima naturaleza custodia el recuerdo de los caídos sin nombre en la batalla de Santander. Donde reinaron la bayoneta y metralla, apuntando al cielo, se alza la imponente pirámide mortuoria. Fue Mussolini quien la hizo construir en homenaje a aquellas tropas italianas que, el 17 de agosto de 1937, se enfrentaron a 22 batallones republicanos.

 

Imagen: OkDiario

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URRACA, un nombre ilustre

En el recuerdo de Pepe Galindo lector fiel e indulgente.

 

El nombre de Urraca, de escasa o nula incidencia entre los actuales, fue adoptado, en tiempos remotos, para cristianar a singulares mujeres de la historia de España. Realizada consulta en la página del Instituto Nacional de Estadística la respuesta es esclarecedora al respecto: “No existen habitantes con el nombre consultado o su frecuencia es inferior a 20 para el total nacional (ó 5 por provincia)”.  No es un nombre al uso en este momento.

En tiempos pasados desconozco la incidencia a nivel popular pero es evidente que entre las clases nobles y la realeza fue un nombre muy querido. Me propongo dar noticia, a título divulgativo pues los investigadores ya han hecho su trabajo, cosa que agradezco, de algunas de estas señoras que ostentaron el nombre de Urraca. 

LA ESPOSA

Teniendo en cuenta que en nuestros tiempos el cargo profesional más importante en una familia lo ostenta con frecuencia la esposa, habría que ir corrigiendo el dicho sobre la mujer del César y su honestidad y ampliarlo a ambos cónyuges. En el caso de los Sánchez Gómez son muchos los que piensan que quien manda ahí es Doña Begoña, aunque, en fin, el presidente del gobierno es Pedro y a su mujer lo primero que se le pide -como a cualquier otro cónyuge de un político, un médico o un juez- es discreción.

Hasta ahora y desde el advenimiento de nuestra aun joven democracia en 1978, hemos tenido suerte pues todas las mujeres de nuestros Presidentes han sido prudentes. Algunas de ellas lo fueron tanto que ni las hubiéramos reconocido en la calle, como a las de Calvo Sotelo, Zapatero o Rajoy. Incluso las damas que se hicieron notar como las señoras de González y de Aznar, la primera llegando a ser diputada y la segunda alcaldesa de Madrid, lo hicieron por sus propios méritos; no hay que olvidar que Ana Botella había militado en el PP bastante antes de que lo hiciera su marido.

EL FISCAL

A la manera de los thrillers de Agatha Christie, vamos presentando a los principales personajes de esta novela política española. Hablamos ayer del hermano, hoy le toca el turno al Fiscal General del Estado, luego le llegará la vez a la esposa, al mejor amigo de los tiempos del Peugeot y la Moción. También, como hacía doña Agatha, el desenlace llegará casi al final y vendrá envuelto en misterio y sorpresas. Pero tengan paciencia; aún habrá que esperar algún tiempo.

Desde los años de Montesquieu llegamos al convencimiento de que en una democracia debían existir tres poderes -Legislativo, Ejecutivo y Judicial- y que cada uno de ellos debía ser independiente respecto a los otros dos.

Los años han pasado y ya bien entrados en el siglo XX vemos que han surgido otros poderes -el económico, los medios informativos, la Iglesia, la administración, el Ejército etc…- y al mismo tiempo, los tres de Montesquieu no son ya tan independientes.

EL HERMANO

Seguro que todos nosotros somos sensibles al cariño fraternal. Esos compañeros de vida que nuestros padres nos regalaron y por los que no regatearíamos apoyos y sacrificios. Tuve la fortuna de contar con tres hermanos mayores a quienes siempre agradeceré su consejo, ejemplo y apoyo. Siendo yo el menor poco pude hacer por corresponderles pero me hubiera desvivido por ayudarles si lo hubieran necesitado.

Digo todo esto para adelantarles que comprendería que Pedro Sánchez tuviera parecidos sentimientos hacia su hermano menor, David. Seguramente sus padres, viendo que el mayor les salió más despabilado y tramposete y que por añadidura se metió en política, debieron insistirle en que velara por su hermanito, algo corto y metido en una profesión complicada. En algunos lugares de España circulaba el dicho "pasa más hambre que un músico" (con la variante, "que un maestro de escuela").

Venezuela grita libertad

Venezuela ansía la libertad, se la ha ganado en las urnas, tras años de sufrimiento y sangre, para acabar con la dictadura chavista, y que Nicolás Maduro deje el poder. 

Edmundo González ha ganado las elecciones, bajo el liderazgo indiscutible y valiente de María Corina Machado, que en las calles de Caracas enardeció de nuevo a los venezolanos hace unos días con aquel “¡no tenemos miedo!”. Valiente siempre, María Corina tiene a sus espaldas años de lucha por la libertad, y pienso que lo va a conseguir, y pronto.

Son días muy tensos. Maduro que afirma no tener miedo a un enfrentamiento armado, para el que dice que cuenta con Nicaragua y Cuba. En la oposición, también algunos aluden a recurrir a las armas. 

¿Riesgo de guerra civil en Venezuela? Hace falta conocer muy bien la situación para responder a esa pregunta. Por supuesto que existe ese riesgo, cuando la mayoría de un país quiere un cambio de gobierno y un dictador se niega a reconocer los resultados electorales.

0,80 euros la hora

Hay datos o noticias que parecen imposibles. Uno de estos datos es lo que da lugar al título de estas líneas: 0,80 euros la hora es lo que cobra por la noche una trabajadora de una residencia de mayores concertada en la Comunidad Valenciana. 

Toda una noche trabajando para ganar 10 euros. Lo justo sería que, por nocturnidad, se pagaran esas horas con un plus adicional. Casi la totalidad de los puestos de trabajo en las residencias de la tercera edad los ocupan mujeres: no se oyen voces que les defiendan, salvo algunos sindicatos. El feminismo tiene prioridades desconcertantes.

Esas mujeres tienen un hogar y una dignidad. Dejan sus quehaceres durante esa noche por ganar 10 euros cuidando el descanso de 100 ó 120 ancianos: insólito, injusto. Todos los trabajos son dignos, pero una hora de una limpiadora o cuidadora de enfermo cuesta en torno a 10 euros, lo mismo que cobra por una noche entera una trabajadora en una residencia de mayores. Sufren los trabajadores, los ancianos y las familias.

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