GOBERNANTES FALLIDOS
El término fallido, normalmente, se utiliza para definir a un estado que ha fracasado en su intento de configurar, con todas sus consecuencias, la consecución de esa construcción política. Las causas suelen ser varias pero una de las más características es la incapacidad de sus dirigentes para desempeñar la tarea para la que se postulan.
En este caso, el de España en estos momentos, por supuesto que no es un estado fallido, faltaría más. Lo que si son fallidos, incompetentes, egoístas, incapaces, ineptos son sus gobernantes. Con toda seguridad hay apelativos aún más denigrantes para aplicar, sin temor a la exageración, a nuestra clase política.