Caiga quien caiga
He comprobado lo difícil que es cerrar un pub o discoteca. Me costó años que un pub, justo debajo de mi casa en Castellón, cerrara, después de diversas sanciones por un ruido ensordecedor todas las semanas, sobrepasando con creces los decibelios permitidos, con comprobación ¡delante de mí! de ese hecho por parte de la Policía. Con peleas multitudinarias y quejas vecinales frecuentes. Parece que iban pagando las sucesivas multas, porque su importe era menor de lo que ganaban en una noche. Algo de los entresijos llegué a saber: me conformé con cerrarlo.
El magistrado del juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, en funciones de guardia, decretó este lunes a última hora, el secreto de sumario en las diligencias abiertas para investigar el incendio en la zona de ocio de Atalayas, que ha provocado 13 muertes. Es muy razonable el secreto de sumario, por los datos alarmantes que conocemos de esas discotecas, que tenían la orden de cierre desde enero de 2022.