Historia

ALONSO DE SANTA CRUZ

Nació en Sevilla en la primera quincena de agosto de 1505.

Erudito, Geógrafo, cartógrafo y cronista. No se tiene noticia de su paso por universidad alguna, aunque muy posiblemente adquirió su formación del trato con Hernando de Colón y cosmógrafos y pilotos de la Casa de Contratación, siendo que su padre fue teniente de alcalde de los Reales Alcázares desde 1525 hasta 1535, lugar por donde debían pasar todos los aspirantes a esos empleos.

Humanista, prolífico escritor de obras históricas, didácticas, políticas, económicas, geográficas, astronómicas, cosmográficas y cartográficas de las que buena parte han desaparecido y muy probablemente han sido dadas a conocer a nombre de un plagiario. El motivo de tal hecho radica en que la Corona le impidió la publicación de sus obras al objeto de que sus descubrimientos fuesen conocidos por los enemigos de España.

ALONSO DE LA VERACRUZ

Forzosamente, y para evitar la muerte de la filosofía, que hoy se encuentra agonizante, sometida al imperio de los sofistas (sabios), los nuevos filósofos tendrán que volver los ojos a la Escuela de Salamanca y deberán remarcar, como hace dos milenios, la diferencia existente entre filósofos y sofistas, arrancando del estudio de la filosofía a quienes nunca han formado parte de su nómina, y volviendo los ojos a quienes de forma tan miserable han sido condenados al olvido: los filósofos.

Uno de estos condenados por los sofistas al ostracismo es Alonso de Veracruz, por otro nombre Alfonso (o Ildefonso) Gutiérrez, natural de Caspueñas (Guadalajara), nacido en 1507.

En la Universidad de Alcalá se formó en Gramática, Retórica, Artes y Teología, y en la de Salamanca fue alumno de Domingo de Soto y de Francisco de Vitoria, con el que le unió, además, una gran amistad. 

Semejante formación le llevó a ser blanco de las aspiraciones del duque del Infantado, que le confió  la educación de sus hijos.

ALONSO DE CARTAGENA

Alonso de Cartagena. Protomiembro de la escuela de salamanca

Alonso de Cartagena, o  Alfonso García de Santa María, nació en Burgos en 1386 y murió en  Villasandino (Burgos) el  22.VII.1456. Era hijo de Salomón Ha Levi, que había sido el Rabino de Burgos, convertido a la fe católica el 21 de julio de 1390, poco después de haber escuchado a fray Vicente Ferrer predicar en Valladolid y asumió el obispado de Burgos.

Alonso de Cartagena también sería obispo de Burgos, destacando como humanista, diplomático e historiador del Prerrenacimiento.

La Escuela de Salamanca se ubica entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII. Alonso de Cartagena, por tanto, murió un siglo antes de haber tenido lugar el nacimiento de aquella. Pero la cumbre que significó la conocida como Escuela de Salamanca, tiene unos prolegómenos en los que la figura de Alonso de Cartagena ocupa lugar de preferencia.

LOS SEGUNDONES en LA HISTORIA (I)

La historia de España está plagada de hechos extraordinarios. Lo habitual es que cada una de esas acciones vaya vinculada a un nombre propio. Asociamos el hecho con la persona que lo protagonizó o viceversa. Sirvan como meros ejemplos  el Gran Capitán,  Hernán Cortes, Pizarro, Magallanes, Elcano, y tantos otros cuya enumeración sería prolija pero tan dignos de señalar como los anteriores. Todos ellos han tenido su sitio en la historia por méritos propios. Es de justicia tal reconocimiento.

No obstante, ninguno de ellos alcanzó la gloria solo. A su lado pasando tantas privaciones como sus protagonistas, sino más por no gozar quizás de algún privilegio propio del mando, estaban sus subordinados que coadyuvaron al éxito y sin los cuales  el objetivo no se habría alcanzado. A estos últimos van dedicadas estas líneas si bien por cuestiones de espacio, y de escasez de conocimientos por parte del que escribe, no estarán todos. Solo una corta selección puramente subjetiva y limitada a una época concreta. Los ausentes sabrán disculparme.

 

ALFONSO JUNCO VOIGT, adalid de la Catolicidad y de la Hispanidad

Nació el 25 de febrero de 1895 en Monterrey y murió en Ciudad de Méjico el 12 de octubre de 1974.

Fue un filósofo que se introdujo en el estudio de la Historia, a través de lo cual, se volcó ardorosamente en defensa de los valores hispánicos, desarrollando una labor literaria que lo encumbraría como director de la revista de arte y literatura Ábside y como redactor-jefe del diario mejicano Novedades, desde cuyas columnas levantó  polémicas de gran resonancia en defensa de causas como la Hispanidad o los cristeros.

Profundamente católico, no eludió aspectos controvertidos. Se significó en su defensa del español, de España y de la Hispanidad, de la Virgen de Guadalupe, de Isabel la Católica, de Hernán Cortés, de la Inquisición y de todos los aspectos gloriosos de la Historia de la Hispanidad que metódicamente han sido y son presentados por los enemigos de los principios cristianos y españoles como lacra de nuestra raza, la hispánica, que no es otra que la blanca, negra, cobriza, malaya… y su mestizaje.

AGUSTÍN de BETANCOURT y CASTRO

Nació el 1 de febrero de 1758 en el Puerto de la Cruz, caballero de la Orden de Calatrava, teniente coronel de los Reales Ejércitos, inventor e ingeniero civil al servicio de España y  de Rusia. Falleció en San Petersburgo (Rusia), el 14 de julio de 1824. 

En 1778 presentó su primer diseño, consistente en una máquina epicilíndrica para el hilado de la seda, y su hermana, María de Betancourt, presentaría también a la Sociedad Económica de la Laguna una Memoria sobre la forma de obtener el color carmesí, siendo muy probablemente la primera memoria científica firmada por una mujer en Canarias.

En 1783 se le encargó la inspección del Canal Imperial de Aragón y de las minas de Almadén sobre cuyo estado redactó tres detalladas memorias.

Este mismo año, el 29 de noviembre, elevó un globo aerostático en la Casa de Campo con la asistencia del rey. 

AGUSTÍN AGUALONGO

Fue un patriota del alto Ecuador, «indio, feo y de corta estatura» que fue una pesadilla para Bolívar, nacido en la ciudad de San Juan de Pasto el 25 de agosto de 1780, militar realista durante la guerra separatista de la Nueva Granada (hoy Colombia), luchador  infatigable que encabezó una guerra de guerrillas que lo haría legendario. En 1822, declaró la guerra a la república de Colombia, en defensa del rey Fernando VII y de la religión católica.

El 7 de marzo de 1811, Agualongo, de 31 años, ingresó en la tercera Compañía de Milicias del Rey.

El 13 de agosto de 1812 el ejército nacional venció en Catambuco a las fuerzas del separatista Juan María de la Villota. La actuación de Agualongo le reportó el ascenso al grado de sargento. Sería su primer ascenso en la carrera militar. Como consecuencia de su actividad frente a los intentos separatistas por recuperar Pasto.

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