Contra la amnistía sin violencia
La amnistía negociada entre Pedro Sánchez y los independentistas es una aberración intolerable. Es lógico y necesario que la sociedad se manifieste y se posicione: es un asunto muy grave, para el presente y para el futuro.
Seguirá habiendo muchas concentraciones o manifestaciones, y son necesarias. Sin embargo, no han de ser violentas. Treinta y nueve heridos, de los que veintinueve son policías. Resulta casi paradójico que los policías pidan la dimisión del delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid por las órdenes desproporcionadas, y a la vez sean los más perjudicados por la violencia de ciertos grupos ultras.
Estos días abundan informaciones confusas y hasta contradictorias. Como siempre, es útil preguntarse a quién beneficia que haya violencia en estas manifestaciones: beneficia a Pedro Sánchez, para intentar comparar y compensar la violencia independentista, y acusar al PP y Vox de alentarla ahora.