El último reducto: EL CONCEJO ABIERTO
Nací en un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca. En el pasé mi infancia y buena parte de mi adolescencia. En dicho pueblo existía, y aún existe, un lugar que se llama el corral concejo. Para mí, durante muchos años, no fue más que un lugar donde jugaba con mis compañeros de infancia. La descripción del lugar no puede ser más simple. Es un recinto, más o menos rectangular a cielo abierto, delimitado por paredes de barro y piedra y con una pretenciosa puerta de sillería, que en cierto modo lo dignifica. Supongo que algo parecido existirá en otros muchos pueblos de España.