¿Amnistiar la traición?
Creíamos que la patética sesión parlamentaria del día 10 para intentar colar tres decretos leyes, era lo peor que podíamos esperar del legislativo. Ingenuo error, apenas tres semanas más tarde, el Congreso nos muestra un espectáculo mucho peor, el fallido rifirrafe para intentar aprobar la inconstitucional ley de amnistía.
En el último minuto, Junts decidió "enriquecer" dicha ley incluyendo mayores garantías para asegurarse que ningún participante en los actos del tsunami de 2017 quedará excluido de la amnistía y que el delito de alta traición -por la trama ruso-catalana- quedará también a salvo dentro de la amnistía.
Esta vez Bolaños no pudo activarse para ensanchar el contenido de lo amnistiado. Quizá porque aquello habría restado muchas posibilidades al PSOE en las inminentes elecciones gallegas y también porque las pretensiones de Puigdemont difícilmente podrían tener el visto bueno de nuestras Cortes, pero seguramente en ningún caso el de nuestro poco fiable Tribunal Constitucional y menos aún el de la Corte Judicial europea.