Los indecisos ante el 26-J

En las diversas encuestas que se han publicado sigue llamando la atención el número de personas que no saben si irán a votar o que no saben a quién votar, un 33%. Hay que tener en cuenta que tal vez tienen sobrados motivos, por el alejamiento hacia los políticos que ha ido aumentando en nuestro país, por las maniobras de pactos postelectorales tras el 20-D, por la sensación de que incluso los partidos emergentes como Ciudadanos y Podemos caen en prácticas autoritarias.

Engaños y desengaños

Dice Gracián que “entramos en la vida engañados y salimos de ella desengañados“, y así es, en verdad, porque esta triste experiencia la tenemos todos los humanos y es la principal lección que nos enseña el paso de las cosas y de los años. Las ilusiones tienen vida corta, y aunque se suceden unas a otras con mucha facilidad, la mayor parte de ellas están destinadas a desaparecer, o en el mejor de los casos, a perder la fuerza que antes tenían por el desengaño que ineludiblemente nos viene del conocimiento de los hombres y de la vida. Pero esta experiencia universal nunca debe llevarnos a un pesimismo derrotista, sino, más bien, a un sabio realismo: el desengaño nos hace ver qué podemos esperar o no esperar de los hombres, dónde está la verdad y dónde la mentira, y cómo debemos orientar nuestra vida en orden a realizar un bien perdurable que no dependa de engañosas ilusiones.

Rajoy o Iglesias

El Debate a 4 del pasado lunes por la noche respondió a lo que se espera el 26-J, con una reiteración en las encuestas que deja poco margen de dudas –aunque las encuestas, encuestas son, no lo olvidemos, incluida la del CIS– y plantea dos opciones de gobierno en España: Mariano Rajoy o Pablo Iglesias. Y la imagen de un Pedro Sánchez abatido. Los cuatro líderes se adaptaron a esa perspectiva, incluido Pedro Sánchez, que asumió su rol de “acompañante” de alguien, pero lamentándose una y otra vez de no haber sido presidente del Gobierno por la postura de Podemos. Sánchez estuvo triste, lento, descolocado, tal vez muy consciente de su tren.

Según qué medio de comunicación se “visualiza”, el ganador del debate es Rajoy o Iglesias. El perfil de los lectores de cada medio puede ser determinante, o la movilización internauta de los dos partidos en liza, el PP y Podemos. En lo que coinciden los medios de comunicación coinciden es que Pedro Sánchez es el que peor estuvo, el perdedor sin paliativos.

Caleidoscopio en las cúpulas

Una vez le oí decir a alguien que la arquitectura es el arte de cubrir cuatro paredes con un techo, y que toda la estructura depende de la técnica y las habilidades de los arquitectos para encontrar la mejor solución para sostenerlo. Otra de las cosas curiosas que se dicen es que los edificios tienden a no caer, aunque esto ya es otra historia.

Siga leyendo y viendo en la versión en pdf aquí: Caleidoscopio

Patton

  • Patton1Año: 1970
  • País: EE.UU.
  • Dirección: Franklin J. Schaffner
  • Intérpretes: George C. Scott, Stephen Young, Karl Malden, Michael Strong, Carey Loftin, Frank Latimore, Albert Dumortier, Karl Michael Vogler, Morgan Paull
  • Argumento: Ladislas Farago (Hechos reales de “Patton: Ordeal and Triumph”), Omar N. Bradley (Hechos reales de “Patton: Ordeal and Triumph”)
  • Guión: Francis Ford Coppola, Edmund H. North
  • Música: Jerry Goldsmith
  • Fotografía: Fred J. Koenekamp

 

Sinopsis:

Mestizaje cultural

Mi padre, una vez terminada la guerra civil, se dedicaba al comercio frutero. Solía vender en los pueblos vecinos de la provincia de Valencia (las dos algimias, Torres Torres, Estivella, Albalat dels Taronchers, etc) los productos inapreciables de la vega segorbina y en los pueblos citados compraba en rama la excelente uva moscatel que revendía en el mercado de Segorbe. Con este motivo le acompañé varias veces. Aquellos viajes me descubrieron a otros valencianos, con los que mi padre mantenía relaciones muy cordiales, que hablaban una lengua distinta a la nuestra. Una lengua entrañable, familiar, afectiva.

Mi padre, aunque conocía medianamente bien el valenciano, hablaba siempre en castellano. Sus amigos de Torres Torres o de Estivella, utilizaban el valenciano o el castellano, según las veces. Sin problemas. Todo en un clima de normalidad. Fenómeno que se sigue repitiendo actualmente. Tengo amigos entrañables que siempre me hablan en valenciano y yo siempre les contesto en mi lengua natal. Como entonces, en un clima de normalidad. Sin problemas.

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