Ataques a la libertad en Valencia
Dos decretos del Gobierno valenciano son la fotografía de un ataque a la libertad en toda regla: el de conciertos educativos y el del modelo lingüístico valenciano.
El ariete contra la libertad es un joven conseller, el de Educación, de 33 años, elegido minuciosamente por Mónica Oltra en las filas de Compromís. Su trayectoria personal y profesional –es maestro– en el sindicato STEPV y en Escola Valenciana no ofrecían ninguna duda: imposición del valenciano en la educación –que para Marzà equivale a imponer catalán– y asfixiar a la enseñanza privada.
Las intenciones del conseller de Educación quedaron más que claras desde que se hizo cargo de una Consellería tan importante para la sociedad y con un impacto mediático incesante. Siempre es importante, y él desde el comienzo quería dirigir un cambio educativo a gran escala y con celeridad. Un cambio que, hasta en la decoración de su despacho, quiere que llegue a todo: de la pared cuelga una bicicleta, la gran afición deportiva del conseller.
Marzà es de trato cordial, educado, nada que ver con su modo de dirigir la Consellería, donde predomina la falta de diálogo con la sociedad y la imposición, la falta de libertad, que está movilizando en su contra a partidos políticos, sindicatos, patronales de centros concertados y AMPAs.