Normalidad sin ventajas para Cataluña
La expresión “recuperar la normalidad en Cataluña” tras la locura secesionista puede resultar equívoca. No debe traducirse en otorgar ventajas económicas, inversoras ni fiscales, porque sería una injusticia.
Pero la “normalidad” puede llevar a Rajoy a plantearse –que parece planteárselo– otorgar beneficios fiscales o económicos a Cataluña para que se rehaga con mayor rapidez y eficacia, y es tentador para él pensar en algo así en plena campaña electoral catalana.
Pablo Casado ya lo dijo la semana pasada. El ministro de Economía, Luis de Guindos, pareció zanjar la cuestión alegando que el mero atractivo y capacidad de los catalanes debe bastar para que regresen bastantes empresas y la economía catalana se rehaga. Los temores están muy instalados en el PP, y existe disconformidad, porque dar ventajas es anular reivindicaciones de una mejor financiación en diversas comunidades autónomas, y aparcar inversiones en otros lugares que las demandan históricamente.