Valencia 1238: Mito y realidad

Es sabido que Jaime I hizo su entrada en la recién conquistada ciudad de Valencia el 9 de octubre de 1238, tras un asedio que duraba desde la Pascua, cuando los nobles convocados habían de presentarse en el lugar de El Puig de Enesa o de “Cebolla” (etimología popular del árabe Yuballa “montículo”), que desde aquellas fechas recibirá el nombre más entrañable de Puig de Santa María.

La capitulación de la ciudad de Valencia se firmó poco antes en Ruzafa, el día 28 de septiembre de 1238. Zayyan, último gobernador musulmán y nieto del legendario Ben Mardanis, llamado también rey Llop o Lobo por los cronistas cristianos, abandonó con sus incondicionales el alcázar de Valencia el 8 de octubre, según acredita el historiador de origen ondense Ibn al-Abbar, secretario o katib del propio Zayyan y presente en la rendición.

 

DIÓCESIS DE VALENCIA

“Podemos”, contra Amancio Ortega

Podemos ha enfilado a Amancio Ortega, porque es el exponente del éxito de la iniciativa privada frente al estatalismo a ultranza que pretende el partido de Pablo Iglesias.

Podemos busca anular la vida social, cultural y empresarial, y convertir al Estado en único proveedor de servicios ciudadanos. En definitiva, adueñarse del tejido social, para domesticarlo, que sirva a sus intereses ideológicos y plataforma para un crecimiento en votos para su partido. Para esa estrategia, Amancio Ortega, el máximo accionista de Inditex, es un obstáculo, personifica lo que la formación podemita desea desterrar, alegando los derechos humanos y la dignidad humana.

Guerra educativa

Soy de los que piensan que sería muy deseable un gran acuerdo social y política sobre las leyes de educación. Es un área que, lejos de partidismos políticos, debería tener un marco estable, ajeno a los vaivenes, en beneficio de la propia educación, de los gastos de las familias, de los alumnos y de los profesores. El máximo exponente de no desear un acuerdo amplio es el actual Consell, con un Vicent Marzà que ha movilizado a toda la sociedad valenciana, por su empeño en imponer el valenciano, por su afán de reducir todo lo que pueda la enseñanza concertada, por no dialogar.

Londres, Qatar… y Banco Popular

Los últimos atentados de Londres, la ruptura de relaciones diplomáticas con Qatar y la venta por un euro del Banco Popular tienen en común la desinformación.

No son pocos los conocidos y amigos que estos días me preguntan por estas tres cuestiones, como si un periodista fuera un experto en todo, en cuestiones de terrorismo internacional, financiación del terrorismo y batacazos bancarios. Siento defraudarles, pero les reconozco que noto una falta considerable de información, por más que pueda tener algo más que un ciudadano que no se dedica al periodismo.

La crisis del sentido común

En medio de las opiniones humanas, tan múltiples y dispares, el sentido común constituye la base fundamental en la visión de la realidad y en el entendimiento entre los hombres. Hay, en efecto, una facultad común, propia del entendimiento humano, que nos capacita para ver y juzgar ciertas realidades de la misma manera, a pesar de las discrepancias en muchísimas otras cosas; así como existe un instinto congénito en las tendencias y sentimientos, existe también un instinto natural en la percepción de la realidad y la verdad, y del que no podemos sustraernos sin caer en la insania mental. Es este instinto el que nos orienta con seguridad en la vida y el que nos proporciona criterios de racionalidad elemental en los juicios que hacemos sobre las cosas y las personas. Porque no todo en la vida es opinable y discutible: ciertas cosas de lo humano son tan claras, como la luz del sol, y tan comunes, como la propia naturaleza que nos iguala a todos.

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