Isaac Riera Fernández
¿Desaparece la infancia?
Los profundos cambios que está experimentando nuestra sociedad se extienden a todos los ámbitos, y uno de ellos es el de la infancia. Los niños de hoy son, por supuesto, muy distintos a los de antes porque el contexto social y cultural es también muy distinto; pero de lo que no nos damos cuenta es de algo mucho más grave: en nuestra sociedad, el concepto y realidad de la infancia está desapareciendo. Por más que su edad nos diga lo contrario, los niños de nuestra sociedad ya no son niños, porque su forma de comportarse no se corresponde al estereotipo de la infancia que siempre hemos conocido. Lo propio de la infancia, su principal signo de identidad, es la inocencia, y es esto precisamente lo que está desapareciendo del alma de nuestros niños. El sociólogo americano N.
Urge promover una “ecología humana”
El 21 de noviembre de 2014, Juan Meseguer publicaba en ACEPRENSA un artículo titulado “Hombre y mujer: tan distintos, tan complementarios” que comenzaba así: “La familia fundada en el matrimonio es el ambiente idóneo para descubrir lo masculino y lo femenino, dos modos de ser que expresan la riqueza de lo humano. Así lo han defendido representantes de 14 confesiones religiosas en un congreso celebrado en el Vaticano del 17 al 19 de noviembre.”
Hacía referencia a un congreso muy interesante, del que muy pocos tuvieron conocimiento, y que me gustaría comentar, pues creo es un tema que en estos momentos conviene hablar de él.
La lista de ponentes en el citado congreso incluyó desde líderes religiosos como el pastor evangélico Rick Warren; Russell D. Moore, de la Convención Bautista del Sur; Nicholas Okoh, primado de la Iglesia anglicana en Nigeria; o el budista Nissho Takeuchi; hasta intelectuales como la antropóloga musulmana Iqbal Gharbi; la historiadora hindú Kala Acharya; o la socióloga de Harvard Jacqueline C. Ríos.
Encuestas para todos
Cada partido político se aferra a la encuesta que más le conviene. Tras las encuestas de las últimas semanas a nivel nacional, sólo Podemos está “socarrado” de verdad, y con unas cifras que no le permiten ilusionarse bajo ningún argumento sólido: Pablo Iglesias es el líder peor valorado, la caída en picado de intención de voto es llamativa, y lo más significativo en mi opinión es que es lo que palpamos en la calle, que ese populismo ha defraudado, porque su “varita mágica” es subir los impuestos y en donde gobierna con otros partidos de izquierdas es más que polémico e, incluso, inane o irrelevante, con astracanadas y polémica que sustituyen a su “utopía”.
El “Cursus Honorum”
Yo quiero ser feliz y ¡Viva la diferencia!
No es mi deseo perder más tiempo comentando las reacciones a la metedura de pata de Irene Montero. Pero si quisiera aprovechar para gritar: ¡VIVA LA DIFERENCIA!