Un reto educativo: Cuidar el matrimonio

El día 21 de Octubre de 2017, con motivo de un Congreso de Educación, Mons. Munilla, compartió con los asistentes lo que denominó diez retos educativos, en los que se juega la educación en nuestros días, siendo el primero de ellos un tema de equilibrio afectivo totalmente necesario para educar.

Si algunos se atrevieran a llevar a cabo una estadística sobre la incidencia de la desestructuración de la familia en el fracaso escolar de los hijos, los resultados serían tremendos.

Cuando un adolescente, no tiene la experiencia de una familia estable, y no tiene la experiencia del amor incondicional, no es capaz de dar lo mejor de sí mismo. ¡Salta! Le podemos decir, pero si no tiene suelo firme en el que pisar.

En España, de cada 100 matrimonios, 65 acaban en divorcio. Y este es el escenario que tenemos. Acaso hemos olvidado que no sólo el amor salva el matrimonio, sino que es el matrimonio el que sostiene el amor. Cuidar el matrimonio es pues muy importante.

Intuiciones para un debate abierto

La Plataforma por la Escuela Pública ha presentado este jueves un informe que marca el camino a seguir en el pacto de Estado por la Educación.

Hoy día 1 de Febrero ha pasado más de un año desde que comenzó a trabajar la subcomisión parlamentaria para elaborar el pacto de Estado por la Educación, aunque apenas se han producido avances debido a la parálisis política. El objetivo de esta comisión se antoja una hazaña: elaborar un pacto educativo de consenso que sirva de base para una nueva ley orgánica que sustituya a la polémica LOMCE. La comunidad educativa reclama acuerdos que incluyan a los agentes sociales y políticos, “para que el sistema educativo sea más estable y no dependa de los cambios de gobierno”. Por ello, la Plataforma por la Escuela Pública ha elaborado un decálogo a seguir para alcanzar “La educación que queremos”

El informe consta de diez puntos

El arte de enseñar a esperar

-¿A dónde vas a estas horas?, le preguntaron una amiga en la calle, a las nueve menos cuarto de la noche, un viernes.

-“Al Corte Inglés, a comprar pilas para el ratón del ordenador de mi hijo“

-“¿Y has salido de casa sólo para eso?

-“Hija, es que lleva una hora dando la murga, y ya con tal de no oírla…”

Actualmente, cuando los padres nos enfrentamos a la tendencia natural de los hijos a la impaciencia, a querer las cosas en el momento, la firmeza brilla por su ausencia, y hacemos concesiones tan ridículas y poco educativas como la del ejemplo real del inicio.

Los hijos no son tontos, y se dedican a tantear hasta dónde pueden llegar con sus padres en el afán por satisfacer inmediatamente sus deseos. “Con mi madre hago lo que quiero –decía con desparpajo una niña de 6 años a su profesora–: me pongo a llorar, y me da lo que le pido”.

Entramados corruptos

La corrupción puede ser mayor o menor, según lo que todos queramos, pues igual que “dos no riñen si uno no quiere” la corrupción puede presentarse como inevitable, única vía para trabajar con administraciones públicas, y eso no es así.

Se está juzgando en la Audiencia Nacional el Gürtel valenciano, la financiación ilegal del PP. Hay reconocimiento de empresarios, cabecillas de Gürtel y de Ricardo Costa, con una táctica procesal de Costa de elevar la culpa a Camps y a otros líderes pasados o actuales del PP. Las acusaciones deberían ir acompañadas de pruebas y las palabras de Costa exigen la espera de la sentencia firme de los tribunales: quitarse culpas y vertirlas en otros no puede ni debe salir gratis.

Los privilegios de la Iglesia Católica

Un líder decadente, de habilidosa y torticera palabra, buscaba votos desesperadamente. Las encuestas eran tozudas y auguraban resultados electorales nada prometedores. Entre sus recursos dialécticos preferidos proponía romper el concordato con la Iglesia Católica y acabar de una vez con los privilegios (sic) otorgados a la Iglesia. Con un recurso tan torpe como poco inteligente, buscaba arañar un puñado de votos entre los sectores más antirreligiosos de nuestra sociedad.

Era un recurso perverso. Este líder –antiguo alumno del madrileño Colegio del Pilar- sabía muy bien que no existen tales privilegios. No importaba. En este personaje, discípulo aventajado del florentino Maquiavelo, el éxito político siempre prevalece sobre los medios. No importa la ética ni la verdad. Que se lo pregunten a la señora Chacón.

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