El mejor regalo de Reyes
Hay personas y entidades que son muy conscientes de la importancia de la enseñanza. Los centros educativos deben ser prolongación de la familia, y por eso las leyes de educación y el funcionamiento de los centros deben contar con las familias de verdad, sin temores, tapujos ni manipulaciones. La educación está en manos –debe estar– de los padres, no de las autoridades públicas ni de los sindicatos, que han de respetar la libertad de elección de los padres y facilitar la participación decisiva de los padres. Todos parecemos reconocer que en la educación nos jugamos mucho.