Morir por unos tirantes españoles
Víctor Laínez ha sido asesinado en Zaragoza por llevar unos tirantes con la bandera de España. Algunos dirán que es sólo la acción de un loco, pero a mí me parece que es una peligrosa punta de iceberg.
Quien mató a Víctor ya había dejado tetrapléjico a un policía en Barcelona y cumplido condena. Su violencia tiene ya una trayectoria, basada en el odio, que siempre es cobarde.
El odio busca anular, eliminar, excluir a quienes son odiados. Me resisto a adjudicarle el calificativo de “antisistema”, pues es un delincuente. Si ser antisistema es sinónimo de licencia para delinquir sistemáticamente e incluso matar, tendremos que ir pensando no utilizar ese término, que ampara delitos de ocupación de viviendas, amenazas e insultos, todos ellos constitutivos de delitos que figuran en el Código Penal.