Oltra decide, Puig preside

Tiene razón Mónica Oltra, vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad –y portavoz-, cuando afirma que el tripartito resiste y está “a prueba de bombas”, porque el tripartito depende de ella: lo sabe, ejerce y lo hace saber con frecuencia, y los demás también lo saben, incluido el propio Ximo Puig, que es president porque Oltra se lo permitió, tras un “tira y afloja” en que hizo valer el apoyo de Podemos para ser ella la presidenta. ¿Por qué cedieron Oltra y Montiel la presidencia? Es algo complejo, pero bien sabe Puig que lo será mientras ella quiera, y mientras tanto Puig ha cumplido su anhelado deseo de ser president, después de haber trabajado codo con codo durante años con el president Lerma: su sueño cumplido.

“Podemos” es un volcán en ebullición

Podemos está en ebullición permanente, un volcán reciente en la política española que, si hubiera cedido en algunos postulados radicales, ahora nos estaría gobernando junto con el PSOE de Pedro Sánchez y partidos independentistas.

En el PSOE no le dejaron a Pedro Sánchez ejecutar esos planes alocados, y menos mal, como se viene comprobando por la evolución que experimenta el partido de Pablo Iglesias. Aglutinar sólo por la rabia y el odio antisistema a un conglomerado de personas y sectores sociales tiene demasiados riesgos, como estamos comprobando, llámese populismo o radicalismo de izquierdas.

España y sus absurdos

Comparándonos con la gente de otras latitudes, uno de los signos distintivos de los españoles es nuestra falta de patriotismo, hasta el punto de que hablar mal de España suele ser el ejercicio habitual de la mayoría de nuestros conciudadanos. “Oyendo hablar a un hombre, es fácil acertar dónde vio la luz del sol; si os alaba Inglaterra, será inglés; si os habla mal de Prusia, es francés; y si habla mal de España, es español”. La famosa opinión de J.M. Bartrina, ya en el siglo diecinueve, es muy certera y describe una realidad absurda que debería llenarnos de vergüenza. Pero este sentir popular tiene un trasfondo ideológico e histórico, que ha sido estudiado por grandes intelectuales, como Menéndez Pelayo, Sánchez Albornoz, Maeztu, Ortega y Gasset, y Marías, entre otros.

La sorpresa Trump

Ha saltado la sorpresa en las elecciones norteamericanas, y Donald Trump es el nuevo presidente contra todas las encuestas, aunque en número de votos ha ganado ligeramente Hillary Clinton, al menos cuando escribo estas líneas. Ha llegado el momento de analizar por qué ha ganado Trump, pese a que todas las encuestas previas, publicadas en España, daban ganadora a la demócrata, y las extravagancias de Trump no nos hacían presagiar su triunfo.

Pedro Sánchez, que fue a apoyar a Clinton, ha sido un “gafe”, y los chistes abundan: allí donde se embarca el ex-secretario general del PSOE, se hunde y hunde, pese a que dice haber regresado de Estados Unidos con ideas para financiar su posible campaña electoral como aspirante a la secretaría general socialista. Mucho tiene que aprender Sánchez, pero sobre todo de España, que no es un país de las características de Estados Unidos, con sus ventajas y defectos: simplemente, somos distintos.

Lengua y Territorio

1.- Dicen los historiadores que la toma de la ciudad de Morella en el año 1232, marca el inicio de la reconquista de los territorios que después formarían parte del llamado Reino de Valencia. Sabemos que el gran rey conquistador hizo varios testamentos dividiendo la corona entre sus hijos. Los historiadores pancatalanistas afirman que estos territorios, aunque divididos políticamente, sin embargo permanecían unidos por el vínculo superior y común de la lengua catalana. Este vínculo común, en virtud de una simple ecuación que equipara la lengua con el territorio, marca el momento histórico del nacimiento de los futuros Países Catalanes.

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