Puede ser mi deseo de que no se apruebe la amnistía lo que me lleve a valorar como posible lo que casi todos ven inevitable. Como Pedro Sánchez se ha comprometido con los independentistas catalanes a la amnistía por el “procés” –y más-, y está en juego su poltrona en la Moncloa -y “su” Falcon-, parece que mucha gente ha asumido que saldrá adelante esa amnistía.

Yo no pienso así, y veo motivos para un cierto optimismo. Los letrados del Congreso dudan de la constitucionalidad de la amnistía, pero también hablan de colisión con el Derecho Europeo, por el terrorismo; de inseguridad jurídica, por la ambigüedad de los delitos; y de vulneración de la igualdad entre los españoles.

Hemos pasado de la batalla política y mediática a la batalla jurídica. Es el momento de que letrados como los del Congreso demuestren su objetividad, valentía profesional, y emitan conforme a Derecho su dictamen. 

Un atre dels fets que exigix comunicacio es la continuïtat de costums anteriors, representada en la coneguda frase de “com en temps de sarraïns”. La transmissio de costums fa necessaria la comunicacio entre els que les coneixien per haver-les practicat “en temps de sarraïns”, i aquells que sense coneixer-les, havien de fer-les seguir o seguir-les. No anem a referir-nos a les costums que els musulmans conservaren en exclusiva degut als pactes de capitulacio, que els permete mantindre “totes les costums axi com solien hauer en temps de sarrayns e que ens donassen nostra dretura axi com feyen al rey lur”, sino ad aquelles, que tenint un orige anterior a la conquista cristiana, continuaren formant part dels usos de tota la societat valenciana.

Cuando me enteré de la propuesta de Junts de sancionar a las empresas fugadas de Cataluña, no sabía si era un temor, era cierto o una inocentada. La inocentada que nos hace Pedro Sánchez es permanente, diaria, gracias a los que le votaron en julio pasado, que sabían muy bien de lo que es y sería capaz, como la realidad nos demuestra, de pactar con independentistas, filoetarras, comunistas y lo que haga falta.

En la Comunidad Valenciana tenemos la suerte de contar con empresarios de mucha talla, con peso nacional e internacional. Es el caso del naviero y presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) Vicente Boluda, y del presidente de Mercadona, Juan Roig. Vienen demostrando un liderazgo sin matices y, cuando expresan posturas de ámbito general, suelen dar en la diana.

De la docena larga de problemas con que cruzamos el año, un par de ellas se van decantando como las más graves y más consolidadas. Al menos si nos atenemos a los informativos adeptos al gobierno que son casi todos los canales de la pequeña pantalla.

En estos días, las  portadas están monopolizadas por los pellets, esas bolitas de plástico de las que nunca habíamos tenido noticia y que ahora nos salen hasta en la sopa. Aunque se utilizan para fabricar todo tipo de objetos de plástico, su verdadero destino parece ser el polucionar el medio ambiente, derramarse por toneladas desde los containers a mares costeros, cubrir las playas y caldear el ambiente político en vísperas electorales.

Hace 22 años ocurrió algo parecido, pero mucho más grave, con el chapapote, un problema que asumió el gobierno de Aznar y que movilizó a los entonces ministros Rajoy y Cascos para resolver el desaguisado.

Ramón Folch  de Cardona y Anglesola 

Barón de Bellpuig, hijo de una rama secundaria de uno de los linajes de más abolengo del reino de Aragón, nació en Lérida el 4 de julio de 1467 y falleció en Nápoles el 10 de marzo de 1522. Fue virrey de Sicilia y de Nápoles, y por enlace matrimonial con Isabel de Requesens, conde de Palamós, Trivento y Avelino, así como Barón de Calonge.

Huérfano de padre a los seis años, comenzó a asumir responsabilidades desde muy joven, bajo la protección del entonces infante, Fernando, que pronto se dio cuenta de sus habilidades, lo que le llevó con el tiempo a nombrarlo virrey, primero de Sicilia en 1507, y dos años después, de Nápoles.

En 1502 y 1503, junto al almirante Bernat Villamarí,  tomó parte en las operaciones de apoyo naval al Gran Capitán para la conquista de Nápoles.

El nostre president, Carlos Mazón, ha anat a retre pleitesia a la presidenta d’Espanya-Madrit-Espanya Isabel Díaz Ayuso (IDA), i a firmar un conveni de colaboracio entre les dos autonomies en benefici de la primera (no pot ser d’una atra manera). IDA te una visio centralista de l’estat, perque ella es centralista i este d’aci es un sucursaliste (carreteres, institucions, trens, avions...). Es una versio mini del famos eix de la prosperitat de Francisco Camps: Madrit-Valencia-Palma... que nomes servi per a omplir planes de diaris i fer vore ulls per llanternes.

Immediatament han eixit els ofesos de sempre (catalanistes) a criticar que aço es una genuflexio davant de Madrit i que la perspectiva es la de convertir Valencia en la seua ‘banlieu’. Es un terme frances que significa ‘barri’, ‘barriada’, ‘raval’, ‘pedania’. No els llevare yo part de rao, que la tenen. Som la plaja de Madrit i la mar de la capital (per a l’exportacio). Com Benidorm es una extremitat britanica.

Es la legislatura de la mentira y el chantaje permanentes, porque los independentistas sostienen a Pedro Sánchez. Desde luego, la responsabilidad máxima es de Pedro Sánchez, porque ha aceptado gobernar con un chantaje independentista permanente.

Siguiendo con los protagonistas de este “duelo” vergonzoso, entre Pedro Sánchez y Puigdemont, el que es mayor chantajista es Pedro Sánchez: tiene una gran experiencia en mentir y ser tramposo, con todo un país y de modo reiterado.

Lo curioso o anecdótico, dentro de la gravedad, es que Puigdemont hablara de que no aceptaría el chantaje del Gobierno, lo cual lleva a plantearnos lo que el Gobierno ha pactado con Junts y no conocemos, que puede ser estratosférico y descomunal.