Ribó descarrila
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, nos tiene acostumbrados a excentricidades, a falta de conexión con la cultura y tradiciones valencianas, a pretender imponer su ideología so pretexto de que es ajeno a todo lo religioso: valga como ejemplo la excéntrica cabalgata de las Magas de Enero, con un fracaso total. Ribó tiene 74 años, catalán de nacimiento – le debe muchas cosas a Valencia, y como alcalde debería sintonizar con los sentimientos de la ciudad -, ha manifestado recientemente que no le entusiasma seguir como alcalde por las dificultades sociales actuales. Ni se ha movido por la Copa América, en beneficio de Barcelona. Está de salida, pero reafirmándose en sus rechazables y sospechosas decisiones.