Gracias, Don Juan Carlos
Quienes nacimos y crecimos antes de 1975 sabemos muy bien cómo era aquella España y como se transformó en pocos años tras la restauración monárquica, el inicio del reinado de Don Juan Carlos I y la aprobación de la Constitución de 1978, la más longeva de nuestra Historia, aún vigente aunque no incuestionada, a día de hoy.
Sabemos todo ello particularmente bien quienes representamos a España en el exterior y tuvimos que hacerlo nadando contra la corriente de un mundo organizado en bloques -el Oeste, el Este, los Neutrales y los No Alineados- de todos los cuales estaba excluida España en una soledad en que solo encontraba, por la propia voluntad del Vaticano, con la compañía espiritual de la Santa Sede.
Sabemos cómo cambió todo de la noche a la mañana desde el momento en que Don Juan Carlos I que aquí ya le habíamos puesto el sobrenombre de “El breve” y que reinó durante casi cuatro décadas, recondujo la vida política de nuestro país.