La crisis citrícola: SOLUCIONES
Tal vez no sea yo -agricultor a tiempo parcial- el más adecuado para hablar de soluciones a la crisis citrícola. Tampoco sé mucho de economía; de hecho, las páginas salmón de los periódicos me aburren. Nada voy a aportar que no haya leído o escuchado a otros que saben más que yo, a los que les aplico mi espíritu crítico. Siendo este un problema muy complejo, por vicios de mi ocupación anterior, tras analizarlo, lo simplifico y le aplico la lógica para que los árboles no nos impidan ver el bosque.
Por ello, si le quitamos la paja que algunos vierten sobre los defectos de nuestra citricultura y el humo de las soluciones técnicas y complejas que claman otros, nos encontramos que el problema es tan simple como un exceso de oferta debido a acuerdos de libre comercio con países citrícolas no socios de la UE. Y la única solución posible es, ignorando las falsas virtudes del libre comercio, el proteccionismo de la agricultura española en general, regresando a las políticas arancelarias anteriores a dichos acuerdos de libre comercio.