Opinión

La crisis citrícola: SOLUCIONES

Tal vez no sea yo -agricultor a tiempo parcial- el más adecuado para hablar de soluciones a la crisis citrícola. Tampoco sé mucho de economía; de hecho, las páginas salmón de los periódicos me aburren. Nada voy a aportar que no haya leído o escuchado a otros que saben más que yo, a los que les aplico mi espíritu crítico. Siendo este un problema muy complejo, por vicios de mi ocupación anterior, tras analizarlo, lo simplifico y le aplico la lógica para que los árboles no nos impidan ver el bosque.

Por ello, si le quitamos la paja que algunos vierten sobre los defectos de nuestra citricultura y el humo de las soluciones técnicas y complejas que claman otros, nos encontramos que el problema es tan simple como un exceso de oferta debido a acuerdos de libre comercio con países citrícolas no socios de la UE. Y la única solución posible es, ignorando las falsas virtudes del libre comercio, el proteccionismo de la agricultura española en general, regresando a las políticas arancelarias anteriores a dichos acuerdos de libre comercio.

Ciudadanos prefiere al PSOE

Albert Rivera debe valorar su afán de llegar a gobernar en comunidades autónomas, en municipios y en el Estado, sin dejarse llevar por ambigüedades ni simplificaciones.

A fecha de hoy, muchos califican a Ciudadanos  como partido imprevisible, sobre todo a la hora de posibles pactos de gobierno, y el resultado del pacto en Andalucía es un movimiento de ajedrez, intentando adaptarse a cada lugar: en el caso andaluz, el objetivo era echar al PSOE de Susana Díaz.

La proximidad de las elecciones autonómicas y municipales, y la incertidumbre de las generales, ofrece un panorama para Ciudadanos que puede resultar atractivo, pues puede crecer considerablemente y decidir unos cuantos gobiernos. 

Muchos que pertenecen a Ciudadanos reconocen que se sienten más cómodos con el PSOE que con el PP. También es resultado de estudiar de dónde proceden los votos o pueden proceder, y ahí ganan los descontentos con el PP, pero de ahí a suponer que esos votantes desean pactos con el PSOE hay un trecho más que dudoso.

Echenique debe dimitir

Pablo Echenique ha sido condenado por la jueza del Juzgado de lo Social número 2 de Zaragoza a pagar 1.039 euros por pagar en negro a su asistenta social en dos períodos, 2011-12 y 2015-16. 

La jueza ha rechazado el argumento de que era un arrendamiento de servicios y que podía ser autónoma esa persona. Ha razonado que había una relación laboral estricta, con dependencia del empleador y un poder de dirección y organización del trabajo propios de una relación laboral, no civil, en contra de lo alegado por Echenique, que piensa recurrir.

Protestas citrícolas

Los que vivimos en Castellón nos alegramos o sufrimos con los avatares del sector citrícola. Tenemos amigos o conocidos que trabajan en el sector, y las incidencias nos llegan casi cada día. Cada campaña la sentimos propia, ya que decenas de miles de puestos de trabajo dependen de cómo se desarrolla. Y este año está siendo más que ruinosa, por un cúmulo de circunstancias, algunas imprevisibles –la climatología de este otoño, con un calor excesivo y luego lluvias que provocaron graves pérdidas– y otras previsibles, como es la competencia desleal de naranjas importadas de países africanos, especialmente Sudáfrica.

Las poblaciones valencianas se manifiestan en defensa de los cítricos

La actual campaña citrícola está siendo la más ruinosa de la historia con mucha diferencia. Jamás se habían alcanzado precios tan bajos, ni se había quedado tanto fruto en los árboles sin recoger. Primero, el desastre alcanzó a las variedades tempranas de naranjas y mandarinas como consecuencia de la inundación en los meses de octubre y noviembre de miles de toneladas procedentes del Sur de África, debido al Acuerdo de libre comercio firmado en el verano de 2016 entre la Unión Europea y los seis países de la Comunidad de Desarrollo Sudafricana (Sudáfrica, Namibia, Botswana, Suazilandia, Mozambique y Lesoto). Y ahora le ha tocado el turno a la variedad estrella española por calidad y cantidad de producción: la clemenules. Afectada por esta saturación del mercado, sufrió un retraso sustancial, contagiándose de los bajos precios, de forma que, al final de campaña, muchos campos se encuentran sin recoger. Mientras que unos agricultores deciden tirar su producción al suelo, otros la malvenden a precios por debajo de los 10 cts.

Nuestra época

Para cualquier persona medianamente reflexiva, saber cómo es la época en que vivimos reviste siempre un gran interés, por el hecho mismo de que todos somos, para bien o para mal, hijos de nuestro tiempo.

¿Cómo describiríamos nuestra época, ese amplio período de la historia que abarca el siglo veinte y el inicio del veintiuno, con tantos y tan tremendos acontecimientos que han marcado la vida de las sociedades, y con tan profundos cambios en el pensamiento y comportamiento de la gente?. Los historiadores la han descrito de múltiples maneras y desde distintos puntos de vista -políticos, culturales, humanos-, y todos son reales. Aunque algunos acontecimientos sucedieron hace ya muchos años, como las grandes guerras, todavía proyectan su sombra en nuestro tiempo, y por eso forman parte de nuestra época. Las definiciones que aquí damos se refieren, sobre todo, a la cultura y civilización occidentales, y pueden resumirse en las siguientes etiquetas descriptivas.

Creencias y Religiones

“Todos tenemos el derecho de creer en lo  que queramos creer, de tener una religión…   (Art. 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos)

Decía en otra ocasión, al hablar de las libertades trascendentes, respecto a la fe y conciencia de las personas, que observaba entre las principales religiones del mundo más coincidencias que contradicciones, más cercanías que distanciamientos, como: amar a Dios, servir al prójimo, respetar a los padres, no matar, no violar, no robar, no mentir -común a todas ellas-  mandatos o preceptos incluidos todos ellos en la Ley Natural que el Creador imprime en las conciencias del ser humano y le recuerda durante toda su vida lo que está bien y lo que no, marcándonos unas fronteras que no debemos atravesar en nuestros comportamientos con nosotros mismos y con los demás.

Cocinando listas electorales

El comienzo de 2019 ha puesto en marcha al 100% la actividad de los diversos partidos políticos para confeccionar las listas electorales para el 26-M, fecha de elecciones europeas, autonómicas y municipales.

Para las elecciones europeas, se designarán políticos curtidos, con experiencia, salvo excepciones o sorpresas. Para las autonómicas, habrá candidatos ya conocidos por su trayectoria política y también caras nuevas, que todos los partidos buscan entre independientes, a la vista de una situación que indudablemente es volátil, y que refleja un hartazgo extendido hacia los partidos y el modo de hacer política. Y en las listas electorales municipales habrá muchos cambios, como suele ser habitual, pero menos de lo que desearía la mayoría de los votantes.

No mes endogamies

El fallit primer intent de renovacio del Consell General del Poder Judicial –CGPJ– (en novembre de 2018) ha posat damunt la taula, una volta mes, la formula d’elegir els membres d’esta institucio que governa l’ordenament de la justicia. El qüestionament procedia del coneiximent previ del nou president –que ho sería tambe del Tribunal Suprem– abans de que se sabera quí eren els components, que son els qui l’haurien d’haver triat, formalment. Aço sería una mostra de la ‘teledireccio’ partitocratica del CGPJ. Res nou. 

En primer lloc, l’actual procediment –una ‘seleccio’ a proposta del parlament, entenga’s, dels partits politics, avalada pel Constitucional– es venía aplicant des de fa una trentena d’anys sense problemes i quasi tots se conformaven, ya que una volta tenien la ‘majoria’ uns i una atra, els atres, donat que en ser un sistema bipartidiste s’alternaven. Fins fa quatre dies era un funcionament ‘normal’, pero curiosament hui no, ara es casi una perversio de la democracia. 

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