Libertad educativa
Todo tipo de dictaduras han buscado y buscan suprimir la libertad de enseñanza, de modo que la Administración moldee desde la infancia lo que busca: en vez de servir a la educación, se sirve de la educación para imponer una ideología. También es totalitario el poder emergido de las urnas si lamina derechos y ahoga el pluralismo propio de la libertad. La dictadura en tierras valencianas se traduce ahora en imponer el valenciano y ahogar los conciertos educativos, pero se reviste de eufemismos como “plurilingüismo”: son disfraces del totalitarismo que pilota el conseller Marzà. El sectarismo preside decretos y leyes, que una y otra vez se están encontrando con sentencias judiciales que las anulan y con iniciativas ciudadanas que lo están impidiendo, con gran esfuerzo y constancia, y también con víctimas de este totalitarismo insultante.