Botiga "Sorpreses Lacreu"
I
Soc fidel ‘seguidor’ (follower, per als mes anglicans o anglofils) de l’arqueollingüistica que el ‘filolec’ Josep Lacreu nos regala, com el manà, que era flor d’un dia. Ho saben aquells que tenen la paciencia de llegir els articuls que publique en esta uep.
Com en estos dies de pandemia penitent hi ha poques coses que fer i he de passar les hores, me fixe un poc mes en el diari i baixe regularment a la tenda “Sorpreses Lacreu”.
A finals de març (Levante-EMV, 26-3-2020: 55), a conte del coronavirus comentava el terme “masquereta” que es un diminutiu de “màsquera”. Ell apunta que nos sorprendrem que davant de e s’escriga ‘que’... pero no, tambe passa en ‘esquena’, ‘quefer’, ‘requerir’, ‘taques’, ‘vaques’... ¿volia dir que nos sorprendria que no fora ‘mascareta’ la paraula?

El pasado lunes, 18 de mayo, Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, pidió en rueda de prensa a los católicos que fueran generosos en sus donativos, para pagar el sueldo del cura y las instalaciones, ya que “la Iglesia no vive del aire”. Al estar los templos cerrados por el Estado de Alarma, no ha habido colectas. Fernando Giménez sugirió, también, fórmulas para efectuar donativos que comprometan más que donar esporádicamente, como aportaciones periódicas, al igual que se está suscrito a plataformas de televisión o música. La pandemia ha provocado, entre otras cosas, casi una total ausencia de donativos, y fue un “toque” realista, muy oportuno, en la línea de que los católicos se comprometan más a sufragar los gastos de las iglesias.
