Opinión

23-J, un bumerán para Pedro Sánchez

El líder de Compromís, Joan Baldoví, acusó el pasado lunes, 5 de junio, en la televisión autonómica valenciana, ‘À Punt’, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de hacer "siempre lo que le ha interesado a él y no a la izquierda". Y sentenció: "Pedro Sánchez sería de aquellas personas que en el Titanic sería el primero en coger el bote salvavidas".

Para Baldoví, lo que ha hecho al convocar estas elecciones es "intentar salvarse él" para no tener "contestación interna" en el seno de su partido, "intentar revertir" los resultados del 28-M y "que todos los cánones estén fijados en él", en lugar de "intentar repetir un gobierno progresista".

Nadie tiene dudas de que Pedro Sánchez ha pensado que le interesaba adelantar las elecciones. Tengo serias dudas de que haya acertado incluso para sus intereses, pues las reacciones están siendo demoledoras, por el abuso y torticera intención de privar del voto a los españoles.

Votar

La convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio se viene calificando de muchas maneras, todas ellas subrayando que Pedro Sánchez busca su beneficio únicamente, aunque sea intentando fastidiar las vacaciones de millones de españoles, pensando que habrá una abstención muy significativa: inoportuna, fraudulenta… Me da la sensación de que va a haber una gran participación, que va a tener un efecto “boomerang” o “bumerán”: se va a volver contra Pedro Sánchez. Basta recordar lo que ha sucedido en las elecciones autonómicas y municipales para reconocer ganas de cambio político, ¡y más si Sánchez quiere jugar con los españoles!

Contra la decisión antidemocrática de fijar la fecha contra el sentido común, existe la madurez política de los españoles, que efectivamente se va a poner a prueba el 23-J. Suponer que muchos van a anteponer la playa, los viajes o a mera comodidad, a la responsabilidad ciudadana, es demasiado suponer. Al menos, ahora.

HOLGAZANES

Es de dominio público la historia de los reyes holgazanes. Hay que retrotraerse a los reyes merovingios para encontrar  apelativo tan poco edificante para una persona, y peor aun  para un gobernante. Sin duda por semejanza, en cuanto a ineptitud se refiere, dicho adjetivo también se hizo extensivo a un grupo de reyes, del entonces incipiente reino asturiano. Aproximadamente el periodo estaría comprendido entre los años 768 y 791. Los destinatarios de tan descriptivo como humillante término son los reyes Aurelio, Silo, Mauregato y Bermudo I.

Invierno demográfico

Recientes estudios históricos demuestran que no ha habido cultura y civilización que hayan podido sobrevivir más allá de tres generaciones -40 o 50 años- cuando sus índices de fertilidad se situaban por debajo de 2’3 hijos por pareja.

Europa se encuentra en estos momentos en 1’4 de media y España en 1’19 una cifra ésta que probablemente decaerá aun más después de la reciente ley de aborto que otorga a la mujer no ya la posibilidad sino el derecho a abortar.

La expresión “invierno demográfico” fue acuñada por el filósofo y teólogo belga Michel Schooyans, significando una disminución extrema de la población. El político francés Michel Rocard dramatizó aún más el fenómeno calificándolo de suicidio demográfico.

El proceso no tiene por el momento consecuencias mundiales sino regionales y paradójicamente incide más sobre los países desarrollados que sobre los menos prósperos de ahí que se haya considerado la prosperidad como el mejor método anticonceptivo.

Pedro Sánchez, a la desesperada

Los comentaristas en la noche electoral del 28-M se afanaban, básicamente, en dos bloques: los que insistían en que se trataba de unas elecciones municipales y autonómicas, y por otra parte los que subrayaban que eran unas primarias o primera vuelta de las generales.

Honradamente, me parecían cómicas y poco sensatas varias opiniones sobre esa dicotomía. Claro que eran unas elecciones municipales y autonómicas, pero nunca son un verso suelto ni ajeno ante unas muy cercanas elecciones generales. Pienso que es de Perogrullo.

Algunos que defendían el mero carácter municipal y autonómico, como es el caso de Iván Redondo, y de otros que ahora están al frente de medios de comunicación que tienen mucho apoyo económico de Moncloa, evidenciaban una mezcla de datos con una encubierta o expresa defensa de Pedro Sánchez, del PSOE en general. Puede ser porque esperan prebendas, o porque las tienen.

Libertad y enseñanza

Queda para el recuerdo la afirmación de Joan Baldoví (Compromís) de que habría sorpresas el 28-M. Desde luego, buena sorpresa se ha llevado él, su partido, el tripartito. No ha sido tan sorprendente el resultado cuando las encuestas avisaban de un posible relevo en la Generalitat: no hay peor ciego que quien no quiere ver.

En la calle se olfateaban ganas de cambio político, con un hartazgo muy considerable hacia el sectarismo y la ineficacia de estos años: una enseñanza sectaria, imposición del valenciano, ideología de género hasta con menores de edad, LGTBI por todas partes, acoso a la enseñanza concertada, retirada de Cruces –obsesión de Compromís-, deterioro de la Sanidad, omisión total en construcciones prometidas de residencias para mayores, tasa turística, freno a los empresarios, etc. Había hartazgo.

MAREA AZUL

Usted recuperó ayer su confianza en el género humano en general y en el votante español en particular. Ayer la derecha propinó un contundente castigo a la izquierda Frankenstein.

Usted había repetido un millón de veces que los errores y los horrores cometidos por el gobierno de la nación iban a ser severamente penalizados por los votantes y usted insistía en que el ciudadano tiene memoria y que cada voto introducido en las urnas iba a ser un bofetón que los disparates de los gobiernos nacional, autonómico y municipal le habían hecho tragar.

Pero usted no estaba muy seguro de que iba a ser así. Se temía que las tómbolas del Presidente, que sus leyes “progre”, que sus paseíllos saludando a los grandes de este mundo, que sus parrafadas en un aceptable inglés, que sus presidencias de la OTAN y luego de la UE, que sus arrumacos con la presidenta de la Comisión Europea, iban a encandilar al distinguido público y que saldría bastante bien parado de esta prueba autonómica y municipal.

Azcón-Lambán, Mazón-Puig

Como si se tratara de un torneo de tenis, las próximas elecciones autonómicas y municipales del domingo 28-M ofrecen unos apasionantes duelos o enigmas, sobre todo en algunas comunidades autónomas.

Es el caso de la disputada y relevante Comunidad Valenciana. PSOE y PP lo saben, de ahí su “desembarco” de líderes nacionales. Las encuestas dan mayoría absoluta a PP y Vox, con 50-51 diputados, cuando la mayoría absoluta está en 50 escaños: Carlos Mazón (PP) podría presidir la Generalitat Valenciana. Pletórico está el PP valenciano, y más tras el llenazo en la plaza de toros de Valencia, el pasado fin de semana, con 12.000 asistentes. Más que ajustada la previsión, que también otorga posibilidades a Ximo Puig, continuando el tripartito de izquierdas PSPV-Compromís-Unidas Podemos.

Bildu es ETA

En la última sesión de control del gobierno, Sánchez expuso en pocas palabras, de forma más transparente que nunca, la verdad de su filosofía política y vital. Y lo hizo al decir a la diputada de Bildu, Mertxe Aizpurua, que presentar como candidatos a 44 ex miembros de ETA condenados por graves delitos ya cumplidos y excarcelados, podía ser legitimo pero no era decente. A renglón seguido propuso a Bildu que siguiera colaborando con el PSOE durante la próxima legislatura.

De una vez por todas y por si algún español que votará el día 28 y de nuevo a fin de año no se había enterado, quedó claro que Sánchez se propone seguir pactando con los terroristas etarras, con los secesionistas catalanes, amén de hacerlo también con los comunistas de Sumar y de UP. Y ello sabiendo -como él mismo dijo- que no son decentes. Para él la Moncloa siempre primará por encima de la decencia.

Quedó claro también que aquel partido al que llamábamos cuidadosamente ex terrorista o filoterrorista era simple y llanamente etarra, como lo prueban los 44 candidatos.

Mazón o Puig

El próximo domingo, 28-M, toca votar, o no votar dejando que otros elijan a los que nos gobiernan. Elecciones autonómicas y municipales, una cita cada cuatro años para reflexionar y optar, aunque a veces no convenzan los candidatos. Llevamos semanas de “encuestitis”, un bombardeo de encuestas y sondeos que no cesan. Ante muchas encuestas, una sospecha interior de que refleja o resalta los deseos, más que intentar recoger objetivamente la realidad, que siempre se puede calificar como volátil.

Sea cual sea el resultado, que en el ámbito autonómico apunta a unos guarismos muy disputados para un gobierno PP-Vox o bien PSPV-Compromís-Unidas Podemos, pienso que hay una alternativa clara al plantearse el voto: Carlos Mazón o Ximo Puig como presidente de la Generalitat Valenciana. A cuál de los dos prefiere cada uno, de quién se fía más en estos momentos, depositando una papeleta que facilite el relevo en el Palau o la continuidad. Llámese voto útil o simplemente simplificar el caleidoscopio electoral.

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