La crisis religiosa del pueblo
Según los datos estadísticos, la práctica religiosa ha descendido en los países de occidente de tal forma que, por su extensión y profundidad, tiene toda la importancia de un hecho sociológico. En países de larga tradición católica, como es España, este hecho se hace notar con especial relieve. Todo el mundo se da cuenta de que hoy la mayor parte de la gente, no sólo «pasa» de las cosas de la Iglesia, sino que parece vivir al margen de sentimientos y necesidades religiosas. Y es esto último, justamente, el más claro indicio de que nuestro pueblo padece una profunda crisis religiosa. La crisis es general, porque se extiende a todas las clases sociales. Ya no es sólo el mundo de los intelectuales y del proletariado; la descristianización también va ganando terreno en aquellas clases sociales que siempre habían sido la reserva permanente de los valores religiosos.