Para dudar del CIS
La encuesta del CIS del pasado lunes sobre la intención de voto de los españoles presenta, sobre todo, la gran duda de su fiabilidad, a la vista de lo mucho que se equivocó en la encuesta sobre las elecciones del 26-J. Si no, que se lo pregunten a Pablo Iglesias, que ya era confirmado como nuevo líder de la izquierda española, superando con claridad al PSOE, y casi se veía presidente del Gobierno. O esa encuesta del CIS propició una movilización de los votantes del PSOE, para alegría de Pedro Sánchez: perdió votos y diputados, pero más perdió Podemos, y eso era vital para el líder socialista. Las encuestas del CIS son las más fiables, se suele afirmar. No pongo en duda la profesionalidad del CIS, pero a los hechos me remito sobre los fundados motivos para dudar de esta nueva encuesta del CIS.
Hay varios motivos para dudar sobe dicha encuesta, que surgen de la actual situación política española y de la idiosincrasia hispana, casi a partes iguales. La ira actual de los españoles hacia los políticos va en aumento, viendo que no son capaces de ponerse de acuerdo para gobernar y el “fantasma” de una tercera convocatoria electoral es cada vez más posible. Unos políticos que no han querido aplicarse la austeridad que han exigido a los ciudadanos.