Guastavino, un valencià que revolucionà l'arquitectura en EE.UU.
Gracies a l’Institut d’Estudis Valencians, el passat mes de juny, tingueren la sort d’escoltar la magnifica conferencia impartida pel professor Fernando Vegas sobre la figura de Guastavino i la seua relacio en Valencia.
L’arquitecte i constructor Rafael Guastavino, forma part d’eixe elenco de valencians que son reconeguts fora i oblidats, quan no ignorats, per el seus païsans. Naix en Valencia en 1842, just, com nos recordà el professor Vegas, en el moment en que es desmotaven moltes construccions, victimes de la desamortisacio de Mendizabal. Ser testic en primera persona de la composicio i configuracio de les estructures que s’anaven descuartisant li permitiria estudiar la tecnica tan popular valenciana, per a la construccio de les bovedes, com era la "boveda tabicada".
No mes acabar els seus estudis d’arquitectura, ya va inciar els seus proyectes en Barcelona: la fabrica Batlló o el Teatre de Massa, son clars eixemples.

El mayor pecado de nuestro siglo es haber perdido el sentido del pecado”. La famosa frase del Papa Pío XII es un profundo diagnóstico de la situación moral de nuestra época que nos explica, desde su misma raíz, la actitud de innumerables hombres hacia la religión y hacia la ética. En este tema, lo que distingue a nuestra época de cualquier otra es una actitud mental. El pecado y la fragilidad moral es inseparable de la condición humana, pero antes se tenía conciencia de culpabilidad, y ahora se ha perdido esa conciencia. Tal situación, mírese desde donde se la mire, reviste una inmensa gravedad, porque no se trata de un simple cambio cultural o social, sino de la misma conciencia del hombre, de su ser más íntimo y personal. Muchos valores de la ética, sobre todo los que regulan la dimensión íntima, han desaparecido del universo moral de nuestros contemporáneos.